sábado, 23 de febrero de 2008

MALEVOLENT CREATION “Retribution” (1991, Death Metal)


Tras un gran debut con “The Ten Commandments” el quinteto de Ft. Lauderdale sufre algunos cambios en su formación. Ingresan Alex Marquez en la batería, y Rob Barrett en la guitarra. “Retribution” es un disco que no defrauda en absoluto y es cien por cien Malevolent Creation en lo que a sonido concierne.

Los climas pesadísimos apoyados en riffs recontradisonantes siguen estando allí, Brett Hoffmann frasea aún más tenebrosamente que en el pasado pero quién es la revelación de este trabajo es un monstruo tras los parches: Alex Márquez (Muy superior a Mark Simpson en todo). Los doble bombos y blast beats que se escuchan en los treinta y cinco minutos del disco pegan en donde más duele y el hombre parece tener brazos para pegarle a cada plato, tom, lo que venga.

El resultado arroja temas muy parejos, hay mucha velocidad (“Systematic Execution”), temas cortos muy asesinos (“Monster” con 02:40 minutos furiosos) y riffs que se te incrustan por sus tonos gravísimos (“Iced”) e invitados de renombre que meten sólos de guitarra (El sólo final de “Coronation Of Our Domain” está ejecutado por James Murphy de 04:35 en adelante y se nota... ni hablar del inicio del tema con Márquez y sus bombos).

Sin llegar a tener cierto vértigo e impacto que sí poseía “The Ten Commandments”, “Retribution” tiene mucha mejor producción, Scott Burns les ajustó más las cosas en el estudio y en el balance final.

El resultado es una banda un poco más técnica pero muy brutal, los nueve tracks sin excepción son una bomba de death metal norteamericano, en este caso basamentados más en la bata y en esas violas tan graves.

A animarse que serán retribuídos con mucha brutalidad.

Calificación: 7.5/10

MEKONG DELTA "Lurking Fear" (2007, Thrash Metal)


Tras largos años de espera, Ralf Hubert (Cerebro de la banda) decidió que era hora de volver al ruedo de una vez. Ya con la primera oída uno concluye que Mekong Delta está a full con un thrash intrincado, filoso y electrizante. No acusan el transcurrir de estos diez años de silencio. Secundando al fundador del grupo tenemos a músicos conocidos por su capacidad y solvencia: Uli Kusch (Ex Helloween, Masterplan...), el guitarrista Peter Lake (Theory In Practice), y a Leo Szpigiel en la voz.

Si bien no estamos ante un álbum que esté a la altura de “The Music Of Erich Zann”, el grupo se reencuentra con el sonido que mejor le sienta. Basta escuchar temas como “Inmortal Hate” y “Society In Dissolution” en donde arremeten riffs aclerados y trabados entrecruzados con secciones rítmicas complejas en quiebres y cortes inesperados. Las ejecuciones de los músicos son impecables y de alto despliegue, imprimiéndole una gran dósis de adrenalina a las para nada convencionales composiciones que conforman cada tema del álbum, que no da respiro en ningún momento. La fusión de thrash con secciones de música clásica siempre dio excelentes resultados en el pasado: En “Lurking Fear” tiene tres notables momentos: “Allegro Furioso” y “Moderato” (En donde se incluyen pasajes de la “Marcha Imperial” de “Star Wars”), ambos temas extraídos de “Cinco Fragmentos para Grupo y Orquesta” y “Allegro” (De la Décima Sinfonía de Dmitri Chostakovich), todos ricos en variantes, recursos y tecnicísmos musicales.

Mekong Delta nos ofrece un álbum lleno de composiciones expeditivas y climas delirantes e inspirados. Para atragantarse del gusto y bailar hasta la muerte.

Calificación: 8.5/10

miércoles, 13 de febrero de 2008

KREATOR “Coma Of Souls” (1990, Thrash Metal)


Luego de haber sido avasallado por ese torbellino de thrash llamado “Extreme Aggression”, al enterarme de la salida de su sucesor fui a Excalibur para que me lo copiaran. Años después por Lavalle me compré el CD en una disquería especializada (Rainbow creo). “Extreme Aggression” representó un cambio muy positivo para la banda. ¿Por qué?. Se volvieron tremendamente punzantes, con más riffs corrosivos y asperos ganaron en producción. Evolucionaron sin dejar de perder la ferocidad que siempre los identificó.

Entretanto “Coma Of Souls” es un buen disco sin lugar a dudas pero “Extreme Aggression” le hace sombra. Pese a que debuta el ex Sodom Frank Godszik en la segunda guitarra, y hay muchos arreglos interesantes - hasta guitarras gemelas en algunos pasajes de tracks- se siente la falta el impacto que contenía “Extreme Aggression”.

Pero este CD tiene lo suyo. Letras que hablan desde el fin del mundo, contaminación ambiental hasta la brutalidad policíaca, con temas realmente potentes/caóticos y algunos muy destacados. Abre el disco a pura velocidad y grito desaforado de Mille “When The Sun Burns Red”. Ya en su bridge aparece el primer tándem de guitarras gemelas Petrozza/Frank. “People Of The Lie” es uno de los mejores temas de la carrera de Kreator, más machacoso, rítmico y “mid paced” (Sin llegar a serlo del todo), pero lleno de una notoria ira tanto en la música como en la letra (“Gente de la mentira”). “Terror Zone” es otro acierto, lo más parecido a un tema lento dentro de lo que ofrecen estos tipos, las violas se vuelven a lucir junto al batero Ventor, pero para el final retoman la velocidad a todo vapor (La mantienen en el muy furioso “Agents Of Brutality”, “Twisted Urges” y “Material World Paranoia”).

¿Qué le resta méritos a “Coma Of Souls”?. Sencillamente el resto de los temas que no mencioné, algunos siquiera te enganchan, otros parecen puestos a ultimo momento (relleno) y termina ocurriendo lo que acontece con muchas placas: Muy buenos temas son frenados por otros más olvidables y se desbalancea la placa. Por mencionar sólo dos el tema título y “World Beyond”. Mismo la producción es buena, pero no tiene la nitidez de ya saben que disco antecesor.

Algunos tuvimos la suerte de ver a la primera thrash alemana tocando en Argentina precisamente con motivo de este disco allá por marzo de 1992 en el Halley de Av. Corrientes y Junín (totalmente excedido en capacidad) junto a Horcas y Todos Tus Muertos. Mucho entusiasmo entre los thrashers y realmente no te podías mover 1 cm para ninguna dirección (Y Halley albergaba 2500 personas cómodas, más que Cemento).

Igual el peso, potencia, agresión y ferocidad que tienen los de más fuste hacen de este disco algo digno de escuchar, pero no una agresión extrema.

Calificación: 7/10

MALEVOLENT CREATION “The Ten Commandments” (1991, Death Metal)


Este CD fue uno de los debuts de grupos de death metal norteamericano que más me ha gustado de todos los que he escuchado. Si bien mi inicio a la banda fue con su segundo CD “Retribution” allá por 1995 (Del cual ya hablaré aquí), al año compré este primer disco CD - creo - en Jackflash.

Es necesario nuevamente destacar aquellos años: el death metal estaba terminando de explotar en los Estados Unidos y luego de las bandas más emblemáticas (Death, Morbid Angel, Obituary y Deicide) se venía una “segunda camada” que tenía lo suyo (Otras bandas serían Immolation, Suffocation, Monstrosity, siempre hablando de ese país). Malevolent Creation se enrola dentro de esa oleada, y recuerdo como los lectores de revistas como “Metal Maniacs” venían avisando de que esta banda en los correos de lectores antes de que se lanzara el debut (Oriunda de Ft. Lauderdale, Florida, una ciudad llena de veleros, lujo, y hermosas playas, a 35 millas de Miami).

En lo musical los tipos no perdonan y son contundentes. Apoyados en una excelente producción (Otra obra maestra de Scott Burns y van), Malevolent Creation tiene un distintivo: su sonido es death metal norteamericano con mucho doble bombo del batero Mark Simpson, riffs bien graves/taladrantes (Las violas de Phil Fasciana y Jeff Juszkiewicz) y un vocalista “no podrido” como Brett Hoffmann. Su voz raspa sin guturar y las letras son casi narradas, haciéndose más entendibles en inglés a comparación de otras colegas.

Es dificil destacar un tema (El disco es ideal para escuchar de corrido, tiene mucha energía y agresión), luego de la intro – otro tic de toda esa camada – hay tanta velocidad, como tiempos medios, cortes, y violas (Sumamente graves en su tonalidad y bien disonantes, con algo del sonido de Sepultura en “Arise”) que te impactan de lleno en la cabeza. El batero es impresionante, escuchar ese doble bombo repiqueteando sin parar es hasta casi adictivo. Sólo mencionaré dos temas ya que los demás son muy buenos y parejos: “Sacrificial Annihilation”, la banda pone el pié en el acelerador, las violas adoptan unos riffs muy bestiales de cinco notas disonantes aproximadamente (Y hasta el bajo dice presente) y la sección que va de 02:02 a 02:23 se suma la batería y se logra el momento más aplastante de la placa. Y no se puede dejar de mencionar el tema título que cierra la placa a toda violencia, machaques furiosos se entrecruzan con más velocidad, el oyente hasta queda con ganas de más luego de casi 38 minutos de vendaval.

“The Ten Commandments” aplasta por el conjunto, no por las individualidades. Y esta frase se aplica a la banda, no hay músicos que sobresalgan mucho por sobre los otros (Si hay un vocalista particular y un batero más que interesante). Si no los escuchastes y te va el death metal de aquel entonces, hacelo ya. Son nueve temas – diez con la intro – que te mandan el cuerpo contra la pared de la habitación. Demoledor debut de una banda que ya amenazaba con más.

Calificación: 8/10

DEICIDE “When Satan Lives” (1998, Death Metal)


Un CD que compré meses después de su lanzamiento en Jackflash, creo que para Febrero de 1999. Ni sabía que habían editado un disco en vivo, el dueño me avisó que lo tenía y ni lo escuché: me fui derecho a casa con el compact.

La banda venía en muy buena forma tanto en estudio (4 discos de muy buen nivel) como en vivo. En este último aspecto algunos lo pudimos comprobar en carne propia. Deicide tocó en 1994 en el Estadio Obras junto a Cannibal Corpse, Ratos de Porao y Escabios, y en lo que a mí concierne fue un show demoledor: los guitarristas probando sonido delante del público como si nada, subieron con las luces del estadio prendidas y descargaron material de sus primeros discos durante 50 minutos sin decir ni “mu”. De ahí a que tenía ganas de escuchar un disco de estas características.

Grabado en el House Of Blues de Chicago, “When Satan Lives” evidencia que Deicide en vivo es aún más incendiario que el Deicide “en estudio”. Si a eso se le añade que la selección de temas es inmejorable, el resultado es un disco del carajo. No advierto mucho retoque en estudio (Overdubs o correcciones, salvo el silencio mientras tocan y el publico vivando recién al final), Deicide en los papeles suena muy parecido a lo que se escucha este CD - No tomar de referencia el show en El Teatro del 2006 – y a diferencia de esa fecha en donde Glen Benton habló mucho y el sonido fue pésimo, en “When Satan Lives” los temas se suceden uno tras otro (Una bomba tras otra) y el bajista casi ni habla con el público salvo para anunciar algún track.

Como siempre las palmas se la lleva Steve Asheim con su despliegue en la batería (¿Este tipo tiene tres brazos?), y el tandem de violas de los Hermanos Eric y Brian Hoffmann que suenan más “gordas” y aplastantes en las tablas. Así se suceden temas de los 4 discos de aquel entonces en performances ajustadísimas pero llenas de oscuridad y intensidad, los que más sobresalen son los de “Once Upon The Cross” y “Serpents Of The Light”, si bien hay temas de “Legion” (Solamente “Dead But Dreaming”) y cuatro de “Deicide”. El tiro de gracia lo pegan con el cierre de la mano de “Sacrificial Suicide” y los Hoffmann creando un murallón de violas en la intro (00:02 a 00:10, colosal) para lanzarse de lleno con el tema, que es el mejor momento de todo el show a mi gusto.

Satanás metió la cola con todo en este CD. Si sos fan de la banda, de obligatoria escucha.

Calificación: 9/10

DEATH “Human” (1991, Death Metal)


Mi inicio a Death fue gracias a una copia en cassette de “Spiritual Healing”, según el dueño de la disquería Excalibur “El disco que más copié en la historia de la disquería”. Si bien el mencionado disco me gustó no me terminó de volar el mate: había buenos temas, estaba James Murphy como guitarrista en lugar del saliente Rick Rozz pero algo faltaba y creo que con “Human” pude advertir que era lo que le faltaba al disco anterior.

En el seno de la banda se sufre lo de siempre: cambios en la alineación. Dejan la banda el bajista Terry Butler y el batero Bill Andrews, y realmente hubo de todo de cosas en el medio – incluída la salida parcial del mismo Schuldiner de la banda - y no cabe detallar aquí a fondo lo acontecido. Se rearma la banda en estudio y Chuck decide conformar un combo con musicos extremos de altísimo nivel: el bajista Steve DiGiorgio (Cortesía de Sadus), Sean Reinert y Paul Masvidal (Batero y violero de Cynic, ambos).

Se encierran en los Morrisound Studios con (¿Quién sino?) Scott Burns, y es editado este tornado “humano” de death metal. “Human” suena mucho más ajustado y pesado que “Spiritual Healing”, y la incorporación de músicos de mejor nivel técnico termina por redondear un trabajo aplastante por donde se lo mire. Sean Reinert es una pesadilla hecha batería, Di Giorgio es muy sólido aunque acá no hace líneas de bajo tan audibles como en Sadus (Si lo haría en “Individual Thought Patterns”). Los tres músicos potencian el conocido talento de Chuck e interpretan temas furiosos, épicos, trabados, veloces, oscuros y trepidantes.

La banda pega la primera estocada con uno de los mejores temas de todo el CD: “Flattening Of Emotions”, en donde Reinert da cátedra de doble bombo y las violas suenan furiosísimas al par del resto de la banda. “Human” es un disco que no sólo muestra un saludable nivel en las interpretaciones ya que además cuenta con buenas composiciones caso de “Lack Of Comprehension” (De la cual se llegó a editar un video”, “Together As One”, “Suicide Machine” las violas de Chuck y Masvidal sonando muy Thin Lizzy en el bridge de “Secret Face”. La intensidad y la potencia no ceden un segundo – hay ataques de guitarra que son fenomenales, aceleran los riffs de golpe y se crea un efecto muy aguerrido – pero “Cosmic Sea” rompe la regla: un instrumental con climas atmosféricos, efectos “cósmicos” y guitarras gemelas tirando notas al aire cargadas de nostalgia y belleza.

Lo unico que le falta a “Human” es el “gancho” que tenían los temas de discos como “Leprosy”, pero evidentemente no es lo que Schuldiner buscaba en esta ocasión, que es intuyo, pasarte por arriba con una topadora.

Para “Human” no hay duda de que la banda experimenta un crecimiento a nivel sonido y mostraba clarísimas señales de más ascenso en el mediano plazo. Una curación espiritual los volvió humanos y muy brutales con una gran dosis de tecnicismo, y eso que lo mejor estaba por venir....

Y como siempre:

R.I.P. "Evil Chuck"

Calificación: 7.5/10