sábado, 13 de octubre de 2007

DEMOLITION HAMMER “Epidemic Of Violence” (1992, Thrash Metal)


Demolition Hammer fue una agrupación norteamericana de thrash metal que en sus comienzos lanzó unos demos que captaron la atención del under, no tardaría en llegar una oferta para grabar su primer álbum. Recuerdo cuando compré el CD “Tortured Existence”, no me pareció gran cosa, al punto que lo terminé canjeando.

Para “Epidemic Of Violence” es todo al revés. El cuarteto suena hiperagresivo tras un murallón de riffs asesinos que arremeten por todos lados. Para tomar un punto de referencia, no se encuentran muy lejos de Kreator (Por la voz del bajista Steve Reynolds) o Dark Angel. Pocas veces escuché riffs tan demoledores y asesinos como en este CD, en “Human Dissection” y “Pyroclastic Annihilation” van desde el machaque controlado por medios tiempos a la velocidad con riffs que se clavan como dagas.

No sólo las guitarras escupen furia, en todos los temas hay coros gritados ya que los cuatro músicos participan en los mismos (En el booklet figuran cada uno con su instrumento y la aclaracion “Coros de revuelta”). La intro de “Carnivorous Obsession” recuerda a la de un tema de “Darkness Descends”, el resto es thrash rapidísimo pero con cortes de machaques que hacen desear el regreso de los rítmos frenéticos.

El resto de los temas sigue estos lineamientos… bases rapidísimas, Reynolds vociferando furiosamente, y riffs aplastantes de James Reilly y Derek Sykes (En el tema título y “Omnivore” te liman el cerebro), estos últimos responsables de que esta “epidemia de violencia” sea un disco imprescindible para el que esté buscando thrash a los palos y sin más vueltas.

Calificación: 8/10

miércoles, 10 de octubre de 2007

NAPALM DEATH “Scum” (1987, Grindcore)


Para quienes nos criamos musicalmente en los ochentas hubo una sorpresa dentro de lo que se venía observando desde la aparición del thrash metal como el primer estilo que aportó una mayor velocidad y violencia en las ejecuciones.

Además de la gestación del death metal (Que siempre considere una vuelta de tuerca del thrash más violento) con grupos como Death, Morbid Angel, Immolation, el primer Sepultura, etc… había un puñado de grupos proveniente del Reino Unido que hacían flor de barullo, más influídos por el punk.

Estaba de vacaciones en Mar Del Plata y en la radio enganché un programa dedicado al metal. Pasaron un tema de Napalm Death. Jamás había escuchado algo así de minimalista, primal, y veloz. Volví a Buenos Aires y me grabaron este CD a cassette, años después pumba y a comprar el compact. “Scum” está conformado por 28 temas (Increíble para la época, había lectoras de CD que llegaban hasta el número 24 y luego ponían “--“).

Luego de un par de demos que captaron la atención del under graban este disco con sólo 500 libras esterlinas de presupuesto, y en dos tramos con cambios en la alineación (Agosto de 1986 y Mayo de 1987) lo cual se nota en el disco).

“Scum” es quilombo, caos, disonancia, anarquía instrumental, y en él hay algo llamado “blast beat” (Golpe de batería hiper acelerado alternado con el bombo) muy de moda en las baterias en estilos extremos. No por algo Mick Harris es el que sorprende en todo el álbum con su increíble e infrahumana velocidad. Temas ultrabreves (De menos de un minuto), vomitados, grabados en una toma y literalmente “en vivo” en el estudio. “The Kill”: gran ejemplo de todo esto y un clásico que tocan hasta el día de hoy. “Instinct Of Survival” y el tema título remiten a cosas del primer Hellhammer, otros momentos son “podridos” pero sin tanta velocidad (“Siege Of Power”). Y la sorpresa de dos segundos llamada “You Suffer”.

Para la segunda parte del disco - A partir del tema 13 - ya habían incorporado a Lee Dorrian como vocalista en lugar del bajista/vocalista Justin Broadrick (Quién luego fundaría Godflesh) y cuesta elegir un track porque es realmente un caos total, el cuarteto entra en un frenesí total, las voces y guitarras rayan el delirium tremens, distorsiones a granel… ¡Un gran quilombo!.

Esta “escoria” no podía faltar aquí porque fue un lanzamiento que le cambió la cara a la música extrema, hoy en día puede parecer no tan revolucionario pero les aseguro que en los ochentas fue mucho más que una bomba de Napalm.

Calificación: 6/10

CANNIBAL CORPSE “Worm Infested” (EP, 2002, Death Metal)


Un ítem limitado que compré recientemente en Ebay. “Worm Infested” no es un EP convencional: en él se incluyen dos temas nuevos, uno viejo re-grabado, y tres covers de bandas muy diferentes entre sí. Nada de material de relleno para que los fans o coleccionistas completen la discografía como suele pasar en este tipo de lanzamientos.

El resultado es un CD brutal, demoledor y con interesantes logros. Los dos nuevos temas se enrolan dentro de la línea musical habitual de Cannibal Corpse. “Systematic Elimination” debe ser de los mejores tracks que estos tipos hayan grabado en toda su historia, con una notable velocidad y violencia en toda su duración. “Worm Infested” está un peldaño más debajo, pero impacta con sus ejecuciones brutales. Ambos tracks recuerdan al sonido del CD “Vile”, bien gordo con cortes de rítmo y mucho machaque de batería por parte de Paul Mazurkiewicz.

La regrabación de “The Undead Will Feast” (Incluída en el debut “Eaten Back To Life”) es correcta y sin mayores agregados. Como ocurre en estos casos la versión suena mucho más contundente que la original simplemente por una cuestión de evolución y paso del tiempo.

Las palmas para “Worm Infested” se la llevan los tres covers de Accept, Possessed y Metallica respectivamente. ¿Por qué?. La banda supo interpretarlos sin perder su sonido propio ni dejar escapar la “cadencia” de cada tema original. “Demon’s Night” (Accept) suena a Death Metal con estribillos metaleros, “Confessions” (Cantada por el guitarrista Jack Owen, toda una sorpresa tras el micrófono) recrea magistralmente los riffs asesinos de Larry Lalonde y Mike Torrao (El tema es del EP “The Eyes Of Horror”).

Con “No Remorse” tiran la casa por la ventana, recrean excelentemente el clima adolescente y primal del tema incorporándole la brutalidad característica que poseen las composiciones y ejecuciones de Alex Webster y cía.

Mucha gente sostiene que Cannibal Corpse “repite” el mismo disco entrega tras entrega. Yo digo que tienen una forma de sonar muy definida y cambiarla alteraría la fórmula. Innovar a veces no sirve ya que se pierde el impacto en lo que a fuerza concierne.

Mientras tanto, en este “Worm Infested” abundan tanto los gusanos como las sorpresas. Salvo el arte de tapa que como siempre tiene la estética que uno espera por parte de este quinteto de caníbales.

Calificación: 8/10

viernes, 5 de octubre de 2007

SLAYER "Show No Mercy" (1983, Thrash Metal)


Luego de haber sido masacrado por “Reign In Blood” y mientras me encontraba cursando el primer año de la facultad (1990), un compañero que escuchaba metal me pasó un cassette con este disco. Siempre fue un álbum que me gustó y que imaginaba mucho más brutal antes de escucharlo.

En “Show No Mercy” está todo el génesis del sonido Slayer, que comprende desde el punk, Venom, Mercyful Fate y la NWOBHM (New Wave Of British Heavy Metal), estilo que se hace escuchar en tracks como “Tormentor”, “Crionics” (Escuchar de 01:52 a 03:26, parece sección del primer disco de Iron Maiden), y en el sólo de “The Antichrist”.

Hay mucha velocidad y los infaltables sólos disonantes marca registrada de la banda. La furia más primitiva queda reflejada en “Evil Has No Boundaries”, “Metal Storm/Face The Slayer”, “Black Magic”, temas en donde la banda suena veloz y volcánica. Hay riffs que son una piña al mentón como los de “Die By The Sword” o “Fight Till Death”. O el arranque a lo Motörhead para desatar un vendaval con el tema título. Tom Araya usa mucho el cambio de voz gritada a aguda en todos los temas, y Dave Lombardo ya prometía todo lo que iba a plasmar en los discos siguientes. Kerry King y Jeff Hannemann ya empiezan a atacar con sólos y riffs muy disonantes, con ese sonido tan distintivo de la banda pero en un estado embrionario.

Un disco lleno de clásicos que la banda hoy en día sigue tocando en vivo. Un comienzo de una banda que marcaría la historia del metal más extremo “sin piedad”.

Calificación: 8/10