domingo, 18 de noviembre de 2007

DEATH "Leprosy" (1988, Death Metal)


Este CD lo conseguí cuando Tower Records tenía una sucursal en Av. Santa Fé y Callao, allá por 1997 masomenos. Ya estaba bien al tanto de lo que hacía Chuck Schuldiner ya que en cassette había escuchado “Scream Bloody Gore” y “Spiritual Healing”). Este era un CD que me faltaba, no lo había escuchado en ningún tipo de formato (Salvo los temas del VHS de su show junto a Forbidden, Faith Or Fear, Dark Angel y Raven, en donde tocaron 4 de este disco). Más que nada era muy raro ver el CD en esa disquería. No dude un segundo, me estaba esperando a mí y me lo llevé.

“Leprosy” es a mi gusto el mejor disco de la banda luego de “Symbolic”. Tras un crudísimo debut (“Scream Bloody Gore”) lograron ocho temas redondos y macizos que no dan ganas de poner “stop” en ningún momento con el añadido de algo raro en el estilo: gancho, “hit” (Dan Swano definiría este disco como “Un hit tras otro”, y estoy muy de acuerdo con ese concepto).

Arrancan a toda potencia con el tema título y la avalancha no decae. Los temas se suceden haciéndose adictivos y no debería extrañar que el oyente luego de la primera audición se tiente de escucharlo por segunda vez. Me es muy dificil describir con precisión el factor “gancho” ya mencionado.... hay riffs sumamente sencillos, de pocas notas, que son tan eficaces y dan en el centro del blanco. La banda es bastante acelerada pero cuelan mid tempos en los mejores momentos, en donde realmente el tema los precisa. Un buen ejemplo es el de “Pull The Plug” (Himno de la banda). No obstante la dupla Schuldiner/Rick Rozz dispara riffs bien graves, disonantes y cada uno de ellos tiene un estilo de sólo muy diferenciado. Mientras Rozz abusa del palancazo y es más “sucio” que Schuldiner, Chuck puntea logrando momentos muy épicos a la hora de encararlos. El contraste da un resultado interesante.

Siguen los hits con “Open Casket” que hace temblar los cimientos de tu casa, y así “Leprosy” marcha como un tanque por la llanura arrasando todo lo que encuentra a su paso. Bill Andrews no posee gran despliegue pero le saca a su batería un sonido sólido que es el basamento para que los violeros (Pilares del disco) no den tregua con sus violazos mortales. La voz de Schuldiner es hiper grave y podrida, como el citó en numerosas entrevistas, se inspiró en Jeff Becerra (Possessed) pero con un resultado aún más brutal.

Los ocho temas no tienen desperdicio y merecen todos una mención. Irónicamente acá no hay mucha lepra: es uno de los puntos más altos de una agrupación fundamental en el estilo que disco tras disco siguió impactando y llevando su sonido un paso más allá, depurándolo sin sacrificar ferocidad y contundencia, dos términos fundamentales para el heavy metal en serio.

R.I.P. “Evil” Chuck, gracias por este inolvidable CD

Calificación: 9/10

DEICIDE "Serpents Of The Light" (1997, Death Metal)


He aquí 31 minutos con diez tracks llenos de velocidad, satanismo y pasajes oscuros. En relación a su antecesor “Once Upon The Cross”, se advierte que el tandem de guitarras compuesto por Eric y Brian Hoffmann preponderan por sobre la base rítmica de Steve Asheim y Glen Benton.

De hecho, es un trabajo en donde abundan constantemente los violazos furiosos. Sin ir más lejos los tres primeros temas (Que no dan respiro alguno) son una seguidilla de guitarras bien graves y disonantes, destacándose “Blame It On God”. Como es su tradición van muy rápido – por algo siempre Asheim se destaca - pero hay cortes puestos con precisión, medios tiempos semiacelerados, sólos esquizoides y blasfemia para tirar hacia los cuatro costados.

Hay un tema que se destaca por sobre los demás: “Father Baker’s” cierra este CD con uno de los mejores riffs que Deicide haya compuesto en toda su historia (El que arranca el tema). Como de costumbre Scott Burns en la producción logra que cada instrumento suene nítido y potente, y las ejecuciones de los músicos son ajustadísimas. Dedican el disco a la memoria de Vinny Daze, baterista de Demolition Hammer fallecido el año anterior y allegado al grupo.

“Serpents Of The Light” no defraudará a quién le gusta el grupo, con el agregado de que las guitarras tienen más peso y no lo disimulan en absoluto. Otro viaje al infierno con serpientes de guía para la ocasión.

Calificación: 8/10

CANNIBAL CORPSE “Tomb Of The Mutilated” (1993, Death Metal)


Luego de haber comprado su controversial CD “Butchered At Birth”, para fines del ’93 conseguí la edición censurada de este disco. La cosa venía brava, ya en la placa anterior la tapa era fuerte para la época (Una suerte de carnicero esquelético carneando a una mamá dando a luz, con fetos colgados de fondo), y las letras seguían por el mismo andarivel. Si ven la tapa más arriba entenderán porque circuló más la versión censurada. Acá no solo se cruzó lo gore, sino que en todo el disco hay una saña con énfasis en el sexo y la violencia.

En lo que a mi respecta siempre me tomé todo esto como lo que es: un chiste, concentrándome en lo que más importa: la música. “Tomb Of The Mutilated” marca cierta progresión en relación a su antecesor. Ya abrir con el mejor tema de su carrera (“Hammer Smashed Face”) hace la diferencia, con un riff y batería que no aflojan ni un instante. En el aspecto instrumental la producción es más nítida, los riffs más variados, y el bajo de Alex Webster es infinitamente más audible, como se puede apreciar en “Addicted To Vaginal Skin” (No puedo evitar reirme mientras tipeo el nombre del tema).

Paul Mazurkiewicz es muy monótono con su batería, pero en menor medida en relación a los dos primeros discos, usa más el doble bombo y no está constantemente pegado al “redo” (Lease el sonido ta-ta-ta sin ser un “blast beat”). Respecto a Chris Barnes... suena más hecho mierda que antes, es un hilo de voz podrida ininteligible que hace que te concentres más en la música.

Además del primer y glorioso track hay brutales descargas en “Split Wide Open”, “Necropedophile” (Con un bridge con riffs interesantes de los violeros Jack Owen y Bob Rusay), el resto de los tracks cumplen sin mayores variantes pero el resultado final es satisfactorio. La banda sin dejar su estilo logró plasmar un laburo limando cosas y ajustando su sonido.

Una tumba llena de putrefacción, pero también de aciertos instrumentales que llevan al disco a no ser mutilado.

Calificación: 7.5/10

domingo, 4 de noviembre de 2007

DEATH ANGEL “Act III” (1990, Thrash Metal)


Esta banda fue de las primeras que escuché en este estilo (incluso antes que Slayer). Mi inicio a Death Angel fue con un cassette grabado de vinilo de “Frolic Through The Park” (su segundo disco), cuyo CD original terminé comprando pero con destino incierto gracias a un “ex amigo” que se mandó a mudar con él). Para entender un poco a “Act III” y sus circunstancias hay que hacer un breve repaso histórico de la banda. Cinco pendejos que con su primer álbum “The Ultra Violence” lograron hacerse un lugar dentro de la escena de la mano de un thrash bien primitivo en la línea del primer Metallica/Exodus (En donde su mayor problema era tocar en vivo por ser menores). Para “Frolic Through The Park” se vuelven más técnicos y empiezan a incorporar leves elementos de funk a la par de más coros melódicos con excelentes resultados y repercusión en las revistas del palo.

Para aquellos años una banda de thrash que prometía mucho eras fichada por un sello grande, ya que estaban todos a la pesca del “próximo Metallica”. Esto le ocurrió a Exodus, Flotsam And Jetsam, Meliah Rage, Annihilator y muchas más que al final terminaron despedidas porque no vendieron lo que estos sellos imaginaban. Death Angel firma contrato con Geffen Records (El sello que tenía a Guns N´ Roses), y les ponen uno de los mejores productores posibles para que les produzca este “tercer acto”: Max Norman.

“Act III” de entrada no me enganchó, casualmente la misma persona que me afanó el CD de “Frolic” unos años antes tuvo la amabilidad de hacerme una copia en cassette de este tercer disco. No sé si era el momento o qué, pero fue el típico álbum que pasó sin pena ni gloria luego de dos oídas. Vaya a saber por qué causa al año lo volví a escuchar y me enganché muchísimo al punto que es mi disco favorito de la banda.

En “Act III” la banda maduró muchísimo no sólo en las composiciones - más variadas siempre dentro de lo que es el thrash - sino en las ejecuciones. Todos los temas tienen gancho, energía y fluidez, pero con diferentes matices. El disco arranca a todo vapor con dos temas excelentes, la velocidad, trabazón y melodías de “Seeming Endless Time”, y la contundencia de los innumerables machaques que arremeten en “Stop”.

El ingrediente funk se hace muy palpable en la sección rítmica que conforman el baterista Andy Galeon y Dennis Pepa, lo cual le da un groove diferente a tracks como “Discontinued” o “Stagnant”, tema en donde la banda despliega con una contundencia envidiable los ingredientes musicales. El vocalista Mark Osegueda siempre le dió un sabor especial al thrash de Death Angel con su modalidad característica para encarar los temas y aquí canta mejor, explota lo más potable de su registro. Su pico de rendimiento llega en el excelente lento/semi acústico titulado “A Room With A View” (Usado para promover al grupo en cadenas como MTV), que no es el tipico hit “ganchero” sino que transmite una notable nostalgia y solemnidad.

El disco se cierra con “Disturbing The Peace”, poseedor de un coro de tribuna y ganchero, machaques incesantes de violas junto al tronar de la batería y bajo (De alto desempeño en este track), más el remate con “Falling Asleep” que tras una falsa intro de cajita musical desemboca en riffs furiosos, velocidad y vértigo amalgamadas con secciones más machacosas y lentas.

Desgraciadamente durante una gira sufren un accidente con su ómnibus en donde varios de ellos sufren heridas de importancia, y al poco tiempo Geffen Records les da las hurras.

Un tercer acto que es para morirse del gustazo y sentarse en la primera fila del teatro que se incluye como arte de tapa.

Calificación: 9/10

sábado, 13 de octubre de 2007

DEMOLITION HAMMER “Epidemic Of Violence” (1992, Thrash Metal)


Demolition Hammer fue una agrupación norteamericana de thrash metal que en sus comienzos lanzó unos demos que captaron la atención del under, no tardaría en llegar una oferta para grabar su primer álbum. Recuerdo cuando compré el CD “Tortured Existence”, no me pareció gran cosa, al punto que lo terminé canjeando.

Para “Epidemic Of Violence” es todo al revés. El cuarteto suena hiperagresivo tras un murallón de riffs asesinos que arremeten por todos lados. Para tomar un punto de referencia, no se encuentran muy lejos de Kreator (Por la voz del bajista Steve Reynolds) o Dark Angel. Pocas veces escuché riffs tan demoledores y asesinos como en este CD, en “Human Dissection” y “Pyroclastic Annihilation” van desde el machaque controlado por medios tiempos a la velocidad con riffs que se clavan como dagas.

No sólo las guitarras escupen furia, en todos los temas hay coros gritados ya que los cuatro músicos participan en los mismos (En el booklet figuran cada uno con su instrumento y la aclaracion “Coros de revuelta”). La intro de “Carnivorous Obsession” recuerda a la de un tema de “Darkness Descends”, el resto es thrash rapidísimo pero con cortes de machaques que hacen desear el regreso de los rítmos frenéticos.

El resto de los temas sigue estos lineamientos… bases rapidísimas, Reynolds vociferando furiosamente, y riffs aplastantes de James Reilly y Derek Sykes (En el tema título y “Omnivore” te liman el cerebro), estos últimos responsables de que esta “epidemia de violencia” sea un disco imprescindible para el que esté buscando thrash a los palos y sin más vueltas.

Calificación: 8/10

miércoles, 10 de octubre de 2007

NAPALM DEATH “Scum” (1987, Grindcore)


Para quienes nos criamos musicalmente en los ochentas hubo una sorpresa dentro de lo que se venía observando desde la aparición del thrash metal como el primer estilo que aportó una mayor velocidad y violencia en las ejecuciones.

Además de la gestación del death metal (Que siempre considere una vuelta de tuerca del thrash más violento) con grupos como Death, Morbid Angel, Immolation, el primer Sepultura, etc… había un puñado de grupos proveniente del Reino Unido que hacían flor de barullo, más influídos por el punk.

Estaba de vacaciones en Mar Del Plata y en la radio enganché un programa dedicado al metal. Pasaron un tema de Napalm Death. Jamás había escuchado algo así de minimalista, primal, y veloz. Volví a Buenos Aires y me grabaron este CD a cassette, años después pumba y a comprar el compact. “Scum” está conformado por 28 temas (Increíble para la época, había lectoras de CD que llegaban hasta el número 24 y luego ponían “--“).

Luego de un par de demos que captaron la atención del under graban este disco con sólo 500 libras esterlinas de presupuesto, y en dos tramos con cambios en la alineación (Agosto de 1986 y Mayo de 1987) lo cual se nota en el disco).

“Scum” es quilombo, caos, disonancia, anarquía instrumental, y en él hay algo llamado “blast beat” (Golpe de batería hiper acelerado alternado con el bombo) muy de moda en las baterias en estilos extremos. No por algo Mick Harris es el que sorprende en todo el álbum con su increíble e infrahumana velocidad. Temas ultrabreves (De menos de un minuto), vomitados, grabados en una toma y literalmente “en vivo” en el estudio. “The Kill”: gran ejemplo de todo esto y un clásico que tocan hasta el día de hoy. “Instinct Of Survival” y el tema título remiten a cosas del primer Hellhammer, otros momentos son “podridos” pero sin tanta velocidad (“Siege Of Power”). Y la sorpresa de dos segundos llamada “You Suffer”.

Para la segunda parte del disco - A partir del tema 13 - ya habían incorporado a Lee Dorrian como vocalista en lugar del bajista/vocalista Justin Broadrick (Quién luego fundaría Godflesh) y cuesta elegir un track porque es realmente un caos total, el cuarteto entra en un frenesí total, las voces y guitarras rayan el delirium tremens, distorsiones a granel… ¡Un gran quilombo!.

Esta “escoria” no podía faltar aquí porque fue un lanzamiento que le cambió la cara a la música extrema, hoy en día puede parecer no tan revolucionario pero les aseguro que en los ochentas fue mucho más que una bomba de Napalm.

Calificación: 6/10

CANNIBAL CORPSE “Worm Infested” (EP, 2002, Death Metal)


Un ítem limitado que compré recientemente en Ebay. “Worm Infested” no es un EP convencional: en él se incluyen dos temas nuevos, uno viejo re-grabado, y tres covers de bandas muy diferentes entre sí. Nada de material de relleno para que los fans o coleccionistas completen la discografía como suele pasar en este tipo de lanzamientos.

El resultado es un CD brutal, demoledor y con interesantes logros. Los dos nuevos temas se enrolan dentro de la línea musical habitual de Cannibal Corpse. “Systematic Elimination” debe ser de los mejores tracks que estos tipos hayan grabado en toda su historia, con una notable velocidad y violencia en toda su duración. “Worm Infested” está un peldaño más debajo, pero impacta con sus ejecuciones brutales. Ambos tracks recuerdan al sonido del CD “Vile”, bien gordo con cortes de rítmo y mucho machaque de batería por parte de Paul Mazurkiewicz.

La regrabación de “The Undead Will Feast” (Incluída en el debut “Eaten Back To Life”) es correcta y sin mayores agregados. Como ocurre en estos casos la versión suena mucho más contundente que la original simplemente por una cuestión de evolución y paso del tiempo.

Las palmas para “Worm Infested” se la llevan los tres covers de Accept, Possessed y Metallica respectivamente. ¿Por qué?. La banda supo interpretarlos sin perder su sonido propio ni dejar escapar la “cadencia” de cada tema original. “Demon’s Night” (Accept) suena a Death Metal con estribillos metaleros, “Confessions” (Cantada por el guitarrista Jack Owen, toda una sorpresa tras el micrófono) recrea magistralmente los riffs asesinos de Larry Lalonde y Mike Torrao (El tema es del EP “The Eyes Of Horror”).

Con “No Remorse” tiran la casa por la ventana, recrean excelentemente el clima adolescente y primal del tema incorporándole la brutalidad característica que poseen las composiciones y ejecuciones de Alex Webster y cía.

Mucha gente sostiene que Cannibal Corpse “repite” el mismo disco entrega tras entrega. Yo digo que tienen una forma de sonar muy definida y cambiarla alteraría la fórmula. Innovar a veces no sirve ya que se pierde el impacto en lo que a fuerza concierne.

Mientras tanto, en este “Worm Infested” abundan tanto los gusanos como las sorpresas. Salvo el arte de tapa que como siempre tiene la estética que uno espera por parte de este quinteto de caníbales.

Calificación: 8/10

viernes, 5 de octubre de 2007

SLAYER "Show No Mercy" (1983, Thrash Metal)


Luego de haber sido masacrado por “Reign In Blood” y mientras me encontraba cursando el primer año de la facultad (1990), un compañero que escuchaba metal me pasó un cassette con este disco. Siempre fue un álbum que me gustó y que imaginaba mucho más brutal antes de escucharlo.

En “Show No Mercy” está todo el génesis del sonido Slayer, que comprende desde el punk, Venom, Mercyful Fate y la NWOBHM (New Wave Of British Heavy Metal), estilo que se hace escuchar en tracks como “Tormentor”, “Crionics” (Escuchar de 01:52 a 03:26, parece sección del primer disco de Iron Maiden), y en el sólo de “The Antichrist”.

Hay mucha velocidad y los infaltables sólos disonantes marca registrada de la banda. La furia más primitiva queda reflejada en “Evil Has No Boundaries”, “Metal Storm/Face The Slayer”, “Black Magic”, temas en donde la banda suena veloz y volcánica. Hay riffs que son una piña al mentón como los de “Die By The Sword” o “Fight Till Death”. O el arranque a lo Motörhead para desatar un vendaval con el tema título. Tom Araya usa mucho el cambio de voz gritada a aguda en todos los temas, y Dave Lombardo ya prometía todo lo que iba a plasmar en los discos siguientes. Kerry King y Jeff Hannemann ya empiezan a atacar con sólos y riffs muy disonantes, con ese sonido tan distintivo de la banda pero en un estado embrionario.

Un disco lleno de clásicos que la banda hoy en día sigue tocando en vivo. Un comienzo de una banda que marcaría la historia del metal más extremo “sin piedad”.

Calificación: 8/10

miércoles, 26 de septiembre de 2007

DISINCARNATE “Dreams Of The Carrion Kind” (1994, Death Metal)

Luego de sus renombradas intervenciones como guitarrista junto a Death, Obituary y Cancer, en donde gracias a sus ejecuciones las bandas mencionadas tuvieron un toque distintivo, James Murphy no sólo se conformó con gozar de su reputación como intérprete sino que por primera vez formó su propio grupo. A inicios de 1992 empezó a buscar músicos, y así aparecieron el vocalista Bryan Cegon y el guitarrista Jason Carman (De la banda Infernus)

Roadrunner le ofrece contrato de grabación, pero pese a no contar con bajista (Murphy se encargaría del mismo en estudio), vuelan a Gales y bajo la producción de Colin Richardson (Carcass, Napalm Death, Fear Factory entre otros), se graba este disco, el cual tuvo excelentes críticas en revistas como “Metal Maniacs”. “Dreams Of The Carrion Kind” tiene la impronta de James Murphy, pero se advierten en casi todos los temas influencias de los grupos en donde tocó las seis cuerdas, con una salvedad: la constante presencia de un sentimiento muy "doomesco”, oscuro y hasta retorcido.

Por eso no extraña encontrar temas que recuerden al disco “Cause Of Death” como “Soul Erosion” y “Entranced”, en donde predominan los tiempos medios remarcados por un muy repiqueteante doble bombo. Hay temas con mayor velocidad – sin llegar a ser frenética - como “Stench Of Paradise Burning” o el excelente “In Sufferance”, en el cual algunos blast beats se entrecruzan con machaques y trabazones.

También hay secciones más lentas en temas como “Beyond The Flesh” (Con John Walker de Cancer como invitado para los coros), lleno de matices grises, opresivos con algún cuele de velocidad esporádico que recuerda a Death, o mismo “Soul Erosion” con guiños a Bolt Thrower por su pesadez y pompa. Uno de los mejores temas es “Monarch Of The Sleeping Marches” en donde los violazos de Murphy atacan lentamente y con mucha melodía en su bridge, mechándose blast beats con pasajes más intrincados en el resto del track. De invitado aporta coros Aaron Stainthorpe (My Dying Bride, marche un inglés más)

Todos los solos de guitarra en este disco son espectaculares. Murphy se mueve como pez en el agua con ese estilo eléctrico, relampagueante y melódico. Si tengo que elegir el mejor momento, me quedo con todos los que ejecuta en “Deadspawn”. El CD se cierra con un outro llamado “Immemorial Dream”.

“Dreams Of The Carrion Kind” se editó nuevamente en el 2004, remasterizado, con bonus tracks (El demo que grabó previamente a este disco, producido por Scott Burns, y con Alex Marquez tras los parches).

Gracias a esta edición accedí a esta banda y muy buen laburo. Se nota que es un debut muy bueno en el cual se percibe claramente que James hace su primera experiencia como “líder de banda” y no como integrante que se limita a tocar la guitarra.

Al poco tiempo la banda se separó. Los hechos posteriores no ayudaron a que Disincarnate se “reencarnara”. Murphy llegó a tocar en Testament (Vino con ellos a Buenos Aires durante 1994 para la gira presentación de “Low”, disco en donde participó), pero en 1999 vendrían los golpes más duros para él.

Con un contrato de Nuclear Blast bajo el brazo, se encontraba trabajando en nuevo material para editar un nuevo CD de Disincarnate. Tenía su propio estudio en Oakland, pero repentinamente James perdió completamente la memoria.

De repente quedó sin hogar y el equipamiento de su estudio fue robado. En el 2001 llegó lo peor: se le detectó un tumor benigno – afortunadamente encapsulado – entre la glándula pituitaria y el cerebro, el cual entre otras cosas le provocaba las pérdidas de memoria.

El 70% del mismo fue removido, pero el 30% restante persiste, teniendo que tomar Murphy por el resto de su vida una medicación llamada “Parlodel”, sin mencionar las cirugías mayores y altas expensas a pagar por el tratamiento.

Veremos si con el tiempo se ve un nuevo disco de este talentoso guitarrista y su banda. Está en manos del destino.

Quienes deseen escribirle a James Murphy, por favor visiten su sitio.

http://www.msanthrope.com/jamesmurphy

Calificación: 8/10

CORONER “R.I.P.” (1987, Thrash Metal)


Mi inicio a esta banda suiza fue en 1990 gracias a los servicios de la disquería Excalibur. Solicité algo que sonara “Como Celtic Frost” y me grabaron este disco a cassette. Años antes había leído una nota en la revista “Metal” en donde hablaban maravillas del demo “Death Cult” (En donde el mismísimo Tom G. Warrior cantó).

“R.I.P.” es un excelente disco de thrash metal que por momentos suena al rojo vivo y afiladísimo. Sin ir a los pedos como Dark Angel, ni llegar al grado de complejidad de colegas como Mekong Delta, Coroner supo dejar su huella gracias a este debut.

Luego de una bellisima intro de piano Tommy T. Baron empieza su ataque de riffs cortantes y melódicos con “Reborn Through Hate”, demostrando que es el pilar de la banda y el eje por donde gira toda la música de Coroner.

El primer riff de “When Angels Die” se anota en el top ten de lo mejor en la historia del thrash, remitiendo al viejo Megadeth pero mechado de toques clásicos en los punteos de viola. Con “Intro (Nosferatu)” y “Nosferatu” la banda llega a tope con Baron brillando con sus punzantes y filosos punteos que abarcan desde acústicas hasta cabalgatas memorables de riffs y sólos en plan “So Far So Good... So What!” con certeros cortes de ritmo. La sección que va de 01:36 a 02:08 es memorable, épica e inigualable, con unos teclados que dan la sensación de estrolarse contra un murallón.

Vuelven a una veta más técnica y vertiginosa con “Suicide Command” (Un tema incluído en su primer demo), el cual acusa influencias de Celtic Frost con violas que son pura dinamita. Ron Royce (Bajista y cantante) le imprime a su voz un tono enojado sin sonar furioso, poniendo énfasis en la enunciación que en el grito desaforado. Los fantasmas del primer Iron Maiden en versión thrash sobrevuelan durante todo “Spiral Dreams”. El tema título, “Coma” y “Fried Alive” son temas vibrantes/intensos que mantienen las pulsaciones del oyente en un nivel muy alto pero que no se destacan tanto como el resto de los tracks ya mencionados. El disco se cierra con el desnucador “Totentanz”, que cierra el disco a puro palo.

Coroner es un trío sumamente intenso, técnico, su thrash incluye arreglos inesperados, cortes y mucha adrenalina. La banda se volvería muy conocida en Europa. Sacaron varios discos de muy buen nivel pero a mi gusto ninguno igualó el impacto que generó este glorioso clásico (oculto) del género.

Si bien algunas influencias de Celtic Frost y el viejo Megadeth son facilmente advertibles, la musica de esta banda te manda al “forense” sin escalas ni boleto de vuelta.

Calificación: 8.5/10

ONSLAUGHT “In Search Of Sanity” (1989, Thrash Metal)


Este álbum fue el primero que escuché de la banda, allá por Enero de 1990 me lo grabaron en cassette. Era una recomendación fija de la gente de Excalibur, que para aquellos años sí habían escuchado los discos anteriores, lo cual no era mi caso puesto que los escuché durante “la nefasta década del noventa”. Años después lo pegué en CD (Cuanto costó... de esos CDs que realmente eran figurita dificil).

Para este tercer trabajo firman contrato con un sello grande (London Records) y se ven forzados a echar a su cantante (Sy Keeler) por presiones de la discográfica, pero en su lugar ingresa Steve Grimmett (ex Grim Reaper, de gran voz y excelente manejo de las melodías. sin sacrificar potencia.

Onslaught en los sus dos primeros albumes tocaba un thrash furioso y crudo, cosa que ni por asomo se percibe en este “In Search Of Sanity”. Visto en retrospectiva, el sello pretendía del grupo un thrash más “técnico y melódico”, de tal manera de que pudiera competir contra las bandas americanas y alemanas.

Todos los temas en este nuevo disco machacan bajo una muy prolija producción, no por eso carente de potencia como para estamparte contra la pared (Riffs y batería a la cabeza).

En “In Search Of Sanity” no hay ni el más mínimo rastro que remita a las explosiones nucleares de “Power From Hell” o a la bestial ferocidad de “The Force”. Sí hay mucho thrash (melódico) con cortes, riffs, abundante electricidad en las ejecuciones y mucha depuración en las composiciones, y algunos arreglos intrincados. Algunos fans putearon y no se bancaron este giro en la música. En mi caso fue algo neutral ya que descubrí a Onslaught gracias a este disco.

Con el correr de los años, y luego de haber escuchado durante mucho tiempo “Power From Hell” y “The Force”, sostengo que “In Search Of Sanity” es por lejos mi disco preferido de la banda y a la vez puedo entender la bronca de aquellos que gustaban más del estilo más violento y vomitado.

En este nuevo disco todo es impecable y con una prolijidad sonora envidiable. Las guitarras de Nige Rockett y Rob Trotman disparan riffs/sólos con interesantes variaciones en cada track y se potencian con la batería de Steve Grice, un verdadero artillero tras los parches.

Luego de la intro más ploma que escuché en toda mi vida (“Asylum”, 5:16 de lima total compuesta por ruidos que son puro tormento), se tiran a la pileta con uno de los mejores temas del disco, justamente el tema título: lleno de cortes, melodías, con un Grimmett que sin dudas le da otra dimensión a Onslaught con su cantar potente y melódico que va de medios a agudos sin despeinarse. Los machaques no solo provienen de las violas sino que se complementan con la constante pegada que el susodicho Grice despliega en casi todos los temas, debidamente resaltada por Stephan Galfas en la mezcla y producción, siendo responsable fundamental de que muchas partes sean un diamante en bruto.

Las canciones promedian los siete minutos de duración lo cual les resta puntos, el disco realmente es una maza y da una clara impresión de que con una síntesis en cada uno de ellos el resultado hubiera sido perfecto. Los tipos igual hacen lo suyo con mucha agresividad y energía (¿Palabra clave del disco?. Si, es un disco muy “energético”), con excelentes melodías, electricidad abundante en los riffs y machaques de violas y batería.

En la joya del disco (“Lightning War”) todas las cualidades descriptas anteriormente convergen dando por resultado algo descomunal, en donde las violas de 04:14 a 04:34 y de 06:04 a 06:24 se mandan riffeos memorables junto a Steve Grice que galopa en la batería. Hay otros temas que son lentos como el eterno (Casi 13 minutos) “Welcome To Dying”, en donde Grimmett nuevamente muestra cuanto sabe manejar la garganta. En otros tracks el quinteto amalgama armonías y velocidad constante pero controlada (Caso de “Blood Upon The Ice” y “Shellshock”).

Se incluyen dos covers que son correctos y nada más: “Let There Be Rock” de AC/DC (Ya había sido grabado con Sy Keeler y lanzado como single pero Grimmett para variar le imprime más melodía, y la versión es mejor a la del EP), y “Confused” de Angel Witch, que es la excepción total del disco por su duración: menos de dos minutos.

Vuelven los galopes electrizantes de la mano de un tema que mejor nombre, imposible “Power Play”, con violas gemelas en plan Maiden (Desde 04:05 a 04:41 se mandan otra sección memorable, otro golazo).

Una review que tardé mucho más tiempo del que creía en escribir porque es un disco que me encanta pero no puedo describir con la precisión que deseaba, o la que pretendía. Los puntos flacos que cité (Temas largos, dos covers – uno ya incluído en un single - en vez de dos temas propios que hubieran sido más que bienvenidos) restan al resultado final.

Pero Grimmett con su experiencia, oficio y proezas vocales, de la mano de una banda ajustadísima y “al dente”, junto a una producción muy sólida y nítida hacen de este disco una locura inolvidable.

Calificación: 9/10

AT WAR “Retaliatory Strike” (1988, Thrash Metal)


Luego de un explosivo álbum debut en donde atacaban con temas muy en la vena de Mötorhead y Venom, el trío viaja a Nueva York para grabar este segundo disco junto al renombrado Alex Perialis tras la consola. El resultado es otro muy buen trabajo lleno de agresión y temas arrolladores, pero sin tanta “mística” como los temas que conformaban “Ordered To Kill”.

“Retaliatory Strike” sigue manteniendo un clima “bélico” tanto con las letras - Algunas de ellas con alto contenido político y social - como con la música que es muy agresiva y no defrauda. Uno de los mejores temas es “Gutless Sympathizer”, rápido, filoso y “Motörheadesco”. “Church And State” sigue una linea similar (Un tanto más trabado en los rítmos), posee una letra en donde se critica la connivencia entre instituciones como la Iglesia y el Estado. Hay coqueteos con el punk y el hardcore en “Felon’s Guilt” y el breve/veloz “Thinkin’”. Todos los temas suenan ajustados, con toques de thrash de aquella época, lo cual se agrega a la fuerte influencia de Motörhead .

Hay mas machaques y menos secciones rítmicas arrolladoras, riffs de Shawn Helsel atacando incesantamente en cada track, como en “Conscientious Object” “Crush Your Life” y “Creed Of The Sniper” (Con su brevísima letra “One shot! One kill! One way!”). A diferencia del CD anterior, la guitarra tiene mayor preponderancia por sobre la base rítmica, un buen ejemplo para cotejar ello es “Covert Sins”, con varios cortes y violazos puestos con precisión.

“Retaliatory Strike” es un sólido trabajo, con tracks muy aguerridos que hacen honor al nombre del grupo (“En Guerra” en inglés). Como dato curioso, la tapa que se ve arriba es la de la edición CD, la original del vinilo eran unos helicópteros atacando un objetivo militar, la cual fue omitida en el relanzamiento en CD vaya a saber uno por qué.

Para escuchar en pleno campo de batalla.

Calificación: 7/10

lunes, 10 de septiembre de 2007

CYNIC "Focus" (1993, Technical Death Metal)


Estoy a punto de escribir mi review más dificil de toda la historia. Nunca tuve los huevos para hacerla y me moría de ganas. Hace 15-18 años cuando no había Internet, para informarme acerca de la música comprabamos revistas especializadas en heavy metal. Me gustaba mucho comprar la revista yankee “Metal Maniacs”. Número tras número se deshacían en elogios con una banda Cynic, que decían hacía un Death metal virtuoso, mezclando ejecuciones espectaculares con diferentes estilos, un híbrido que iba desde el jazz hasta lo latino/arábigo. A la vez, Chuck Schuldiner de Death convocó a dos de sus músicos para grabar “Human” (El baterista Sean Reinert y el guitarrista Paul Masvidal).

Recuerdo perfectamente cuando lo compré. Febrero de 1994. Volvía de mis vacaciones en Brasil. Fuí a Excalibur y me compré este CD. Ya en la review del disco que hizo Metal Maniacs me alertaban “Oyentes no acostumbrados a estructuras complejas, comiencen por el tema 6, salteense los primeros 5”.

La primera vez que escuché “Focus” me pareció espectacular (Aclaro que arranqué del track 1), pero efectivamente, a partir del tema 6 algo empecé a cazar. Les aseguro que al día de hoy cada vez que lo escucho, le encuentro algo nuevo, cada arreglo es impredecible, cada ejecución tiene inspiración, magia, y cientos de adjetivos más.

Cada tema de “Focus” es como un árbol que se ramifica, y de ahí salen nuevas ramas, que de repente retoman una para volver a ramificarse. Explicación limadora pero creo que es la más ilustrativa. Y las ramas de este árbol son de primera calidad, únicas, y no son para cualquier amante de cualquier árbol.

Estos 4 músicos son unos hijos de puta (En el gran sentido), están llenos de genialidad. Voy a tratar de simplificar porque la música de Cynic es tan cautivante, exótica, hipercompleja, coquetea con lo latino para bandearse al Jazz, hay voces sintetizadas de todos los colores (A cargo del mismo Masvidal) mezcladas con podridas (A cargo de un invitado llamado Tony Teegarden), cosas electrónicas en la bata y en los demás instrumentos, solos exquisitos, líneas de bajo que te hacen caer de culo con sus infinitos recursos y vueltas, cambios en las estructuras rítmicas que incomodan al oyente desprevenido, dos violeros que tiran un riff tras otro, lo mutan, amaga volver y sale para otro lado desvaneciendose.

Una banda del carajo, pero no para cualquier oyente. Cynic que es lo complejo de lo complejo, y a mi criterio fue una de las últimas bandas que le cambió la cara al (death) metal con su mega fusión de ingredientes, yendo a contrapelo del death metal de los 90’s. Desde los 15.000 arreglos/variantes y tintes hindúes de “Veil Of Maya”, seguido de mi favorito “Celestial Voyage” (Los violeros Paul Masvidal y Jason Gobel meten un riff genial tras otro mientras Sean Reinert toca jazz, fusion) son 8 tracks que se develan como un universo aparte que debe ser descubierto, palpado, respirado, analizado, con la debida paciencia. “Sentiment” es hiper complejísima, aquí se luce más la sección rítmica que incluye a un monstruo en el bajo llamado Sean Malone. No conforme con mostrar que sabe tocar “chapman stick”, se manda un solo al mejor estilo Jaco Pastorius en el enorme “Textures” (Que tiene 3450 texturas desde el death metal, lo electónico, new age, y me olvido alguno más en el tintero).

Las voces en todos los temas son aleatorias, van desde sintetizadas, “robotizadas”, limpias. No atacan: sorprenden. Si no te avivaste que esto es para escucharlo con los 10 sentidos, totalmente “focalizado” en el CD, pues directamente no lo escuchés.

“Focus” brilla tanto con sus arreglos, fusiones, experimentos, y demás, que por momentos se vuelve “hiper cerebral”, lo cual 13 años después sigue haciendo que me saque la galera frente a estos tipos, pero no me vuelen la cabeza (Como si lo hace Atheist que tiene ejecuciones más “zarpadas”).

Si buscás lo más aproximado al death metal (Sin llegar a serlo), arrancá por “Uroboric Forms”.

Pero quería que Cynic estuviera acá. Más aún que “Focus” salió remasterizado hace dos años y conseguí el CD que incluye temas de lo que luego fue una ramificación de la banda al separarse (Portal, nada de otro mundo), y tres remixes 2004 de los viejos temas, ¡¡Con los coros aún más al frente!!!

¿Qué decir?. Cada miligramo de riff, arreglo, matiz suena más nítido gracias al remasterizado del disco. Un álbum único en la historia del metal. No le den bola a mi calificación (Es sólo una cuestión de piel, me esperaba más polenta y decibeles amalgamados con todo lo anterior, igual Cynic es una MAZA) y ESCUCHENLO!!!!.

Una review desordenada, llena de apreciaciones que espero los desconcierte lo suficiente como para que vendan el alma al diablo y se hagan de este disco.

Y es un disco... que me emociona.

Calificación: 8.5/10 (Calificación Moral: 10/10)

SADUS "Swallowed In Black" (1990, Thrash Metal)


Curiosa mi historia con esta banda. En 1992 durante una de mis visitas a Excalibur, le pedí al disquero algo que sonara similar a Kreator, y me grabó este CD en un cassette muy berreta (o se grabó mal... ¡¡¡Ya ni me acuerdo!!!). Lo terminé desechando y al escucharlo 3-4 veces no me llamó la atención mayormente y hasta no me gustó. Años después le dí una segunda chance y lo escuché directamente en CD: ¡Ahí me cayó la ficha!.

Hace unos días me llegó una edición limitada del mismo en digipack remasterizado (Con excelentes resultados de remasterizado) y dos bonus tracks, todo ello gracias a el sello polaco Metal Mind (Que compró la licencia de algunos viejos discos gloriosos del catálogo de Roadrunner).

Sadus proviene de Antioch, California. Formados en 1984, sacaron una serie de demos que captaron la atención del incipiente underground extremo de los ochentas. Luego de un primer disco editado por sus propios medios, llamado “Illusions” pero que luego titularían “Chemical Exposure” al editarlo en cassette, la banda se hizo conocida por tocar un thrash muy acelerado/crudo sin perder de vista las ejecuciones intrincadas por parte de los músicos. Para este segundo álbum consiguen contrato de grabación con Roadrunner, y Michael Rosen (Conocido por sus trabajos junto a Forbidden y Death Angel) produce el disco con excelentes logros. El producto final es una banda que ataca al oyente sin parar mediante una inagotable e intensa catarata de riffs, cortes, aceleraciones, voces aguerridas e interpretaciones musicales interesantes puestas en ciertos momentos estratégicos del CD.

El “Ancho de Espada” de Sadus son sus riffs letales y demoledores. Los cuatro músicos forman un combo destructivo, solidísimo, en donde la base rítmica se lleva todo puesto gracias a dos músicos destacadísimos (El virtuoso Steve DiGiorgio en el bajo y Jon Allen en la batería), secundados por dos machacosos y precisos violeros (Rob Moore y Darren Travis, quien además es el vocalista).

“Black” y “Man Infestation” son velocidad y oscuridad all cien por cien con algún corte de rítmo “sorpresa”. Es evidente que a Sadus le sienta a gusto el velocímetro bien en rojo, uno puede llegar a inferir que con tanto tempo frenético en su música el grupo puede “perder el control” de lo que está interpretando. Esto está lejos de suceder ya que todos los tracks suenan hiper ajustados.

En el resto del CD hay matices y texturas que no se pueden dejar de mencionar. “In Your Face” lo dice todo con su título (“En tu cara”): dura 1 minuto y es a las chapas. En las primeros instantes de “False Incarnation” se nota la influencia de Forbidden por el estilo de riff elegido: majestuoso y aplastante. En los primeros segundos de “Images” amagan con iniciar un thrash “jazzeado” pero se desatan con descarga letal plagada de cortes y solos de guitarra precisos.

Se suceden más momentos de muchísimo MACHAQUE (Palabra clave en “Swallowed In Black”) de guitarras y arreglos intrincados, en temas como “Powers Of Hate”. Este frenesí y premeditación de acelerar intensamente, el cortar un track para volver nuevamente con la base volando a los reverendos pedos se repite en “Oracle Of Obmission”.

Los mejores tracks del CD son – por un lado - “Arise”, en donde la banda acelera menos y elabora más, habiendo una mayor preponderancia y presencia al doble bombo de Allen. De 04:48 a 05:50 recuerdan mucho a Revenant por el uso del medio tiempo junto a guitarras nostálgicas y filosas. Por el otro, tenemos a “Good Rid’Inz” que es puro descontrol y negrura con su sección de riffs aplastantes de 02:03 a 02:41, (Y de 03:09 al final) en donde cada viola ataca desde un flanco distinto del auricular como si fuera una ola furiosa estampándose contra una roca.

Esta edición limitada se completa con más dinamita: dos temas de su primer demo “D.T.P.” (Death To Posers... en español Muerte a los “caretas”). Tanto “Kill Team” como “Fight Or Die” son intensísimos y furiosos. Darren vocifera con una voz casi blackmetalera y la banda suena muy en la vena de Dark Angel.

Un gran disco, para muchos el pico más alto que alcanzó la banda (Incluyendo al mismísimo Steve DiGiorgio, quién luego tocaría en Death y Testament, entre otras bandas). Fans del thrash más acelerado y técnico: “traguense esta negrura” de thrash.

Calificación: 8.5/10

viernes, 7 de septiembre de 2007

ONSLAUGHT "The Force" (1986, Thrash Metal)


Tras el bombazo inicial que significó “Power From Hell” la banda sufrió algunos “enroques” curiosos de integrantes: Paul “Mo” Mahoney de cantar en el debut pasó a tocar el bajo, lo mismo el bajista Jason Stallard que pasaría a tocar la segunda guitarra en este y agregarían un nuevo vocalista para pasar de cuarteto a quinteto.

Al año un segundo disco vería la luz... que es otro bombazo más en tu cráneo. “The Force” es thrash metal totalmente al mango, furioso, veloz, irritante, lleno de secciones con machaques aguerridos y medios tiempos alternados de intensa velocidad sin perder de vista ese sonido “volcánico” que marcaba a fuego su primer disco.

Sy Keeler es el nuevo vocalista, tira tanto agudos como voces bien thrashers superando en todo a su antecesor. Al adicionar un violero más Onslaught se asegura un sonido más macizo y contundente. Los riffs están más al frente, caso de “Metal Forces” que le guiña al metal tradicional con su riff principal.

“The Force” recuerda en ciertos pasajes al clásico “Bonded By Blood” (Exodus) pero más controlado gracias a las muy buenas violas de Nige Rockett y Jason Stallard que no paran de riffear primogénitamente pero con un machaque preciso y crudo.

“Fight With The Beast” y el aplastante “Flame Of The Antichrist” acusan algo del Slayer más viejo y no perdonan con su intensidad. Siguen sangrando los tímpanos con los dos últimos temas, “Contract In Blood” (Con violazos maravillosamente sucios y filosos) y uno que con su título resume todo “Thrash Till The Death”.

En resumidas cuentas, “The Force” retiene toda la brutalidad de “Power From Hell” dandole más forma con riffs más trabados, medios tiempos alternados de velocidad pura y mucha pero mucha “fuerza”.

Calificación: 8.5/10

jueves, 6 de septiembre de 2007

MORBID ANGEL "Altars Of Madness" (1989, Death Metal)


Luego de haber escuchado su segundo disco (“Blessed Are The Sick”) retrocedí un casillero y me grabaron en cassette este gran debut. Morbid Angel es para mí una de las bandas más importantes del death metal, a saber: por trayectoria, brutalidad basada en una composición que se nutre de riffs disonantes y climas muy oscuros en cada tema.

Durante los ochentas inundaron el underground con demos y hasta hubo un álbum grabado que no se lanzó en ese momento (“Abominations Of Desolation” el cual luego sí fue editado). Earache ofrece al grupo un contrato de grabación dando por terminada la etapa en la que Morbid Angel era considerada “la banda más promisoria del underground que no tenía sello discográfico” (Junto a Immolation).

“Altars Of Madness” es un debut aplastante, viscoso, muy “Lovecraftiano”, con momentos muy logrados a nivel composición. Lograron plasmar todo lo que venían exhibiendo en los mencionados demos con el añadido de teclados que se cuelan en ciertos temas confiriéndoles más oscuridad y densidad a la que de por sí tienen, como es el caso del primer tema “Inmortal Rites” y en el tremendo “Chapel Of Ghouls” con una sección que va de 01:52 a 02:23 logrando un pasaje increíblemente majestuoso y tenebroso que se repite en el solo de Trey de 02:44 a 03:23 en donde desintegra a su guitarra con todo tipo de sonidos.

Si bien uno de los fuertes de la banda es la velocidad, aquí es administrada y controlada: numerosos cortes se alternan frente a secciones de puros blast beats como en “Maze Of Torment”. Pete Sandoval (quién tocaba antes en Terrorizer junto al bajista David Vincent) muestra que es un baterista con numerables recursos sin limitarse a tocar rápido exclusivamente sacándole muy buenos golpes a su doble bombo.

No se puede dejar de mencionar al guitarrista Trey Azaghtoth, quién no solo vomita riffs volcánicos tema tras tema sino que ataca con solos técnicamente buenos y efectos que resaltan la disonancia, como se puede apreciar en el más directo y brutal “Bleed For The Devil”. El bajista y vocalista David Vincent tiene una voz que va acorde a las pretensiones que Morbid Angel tiene, suena increíblemente macabro. Más violencia, velocidad y death metal furioso se suceden con “Blasphemy” (De lo mejor del CD), y el cierre con “Evil Spells”.

La ejecución es sumamente brutal pero conservando la técnica (En especial los casos de Azagthoth y Sandoval), por momentos dan la impresión que sacan de las tripas cada riff, cada golpe o cada rugido en la caso de David Vincent.

Uno de los discos más emblemáticos del género y un gran debut de una banda pilar en lo suyo.

Calificación: 8/10

PD: Salió remaster con un DVD Bonus de un show en Inglaterra. 100% asesino. La banda estaba afiladísima en vivo para la gira de este disco.

viernes, 31 de agosto de 2007

SPEED KILLS.... AGAIN (2007, Thrash Metal)


“¿Quién podría haber imaginado el impacto que esta nueva adrenalina musical tendría en la escena volviendo a los lejanos ochentas cuando los estructuras del thrash metal apenas estaban surgiendo?. Inicialmente opacado por el “mainstream” que lo acusaba de ser sólo una moda pasajera, el thrash fue el sonido para la nueva generación de metaleros. Simplemente no podía ser ignorado y le dió a la escena una verdadera patada en el culo.

En los tempranos noventas, la burbuja se desinfló mientras muchas bandas del estilo “evolucionaban” y exploraban “nuevos territorios”. El thrash tal cual lo conocemos y amamos se replegó, retornando al underground. Pero lo que da vueltas... da vueltas, y el actual resurgimiento del thrash hizo que Heavy Artillery Records tuviera la idea de resucitar el compilado “Speed Kills”

El primer “Speed Kills” se lanzó en 1985 a través del sello Británico “Music For Nations”. Sigue siendo una de las mejores compilaciones del thrash de los ochentas, la cual incluyó literalmente a las más importantes bandas de aquel entonces (Metallica, Slayer, Exodus, Megadeth y Venom entre otras).

Con “Speed Kills... Again!”, Heavy Artillery nos introduce a una nueva camada: seis de los mejores exponentes del thrash 100% demoledor con vuelta a las bases, demostrando que el thrash clásico nunca murió: sólo estaba durmiendo y despertó con una inusitada erupción”.

Bernard Doe (Metal Forces)


Y acá vengo yo... Tengo en mis manos este compilado que es musicalmente como mínimo... ¡un volcán en erupción!.

Quien escribió las lineas de más arriba es un “viejo zorro” de la escena que supo descubrir muchas bandas cuando las mismas enviaban demos a revistas para darse a conocer.

“Speed Kills... again”... mata una y otra vez. En plena epoca del mp3, rapidshare, downloadS, y bandas que bajo la excusa de no repetirse y evolucionar retocan sus grabaciones alevosamente con programas de PC, ocultando sus notorias deficiencias interpretativas y de identidad musical.

Mata saber que hay toda una nueva generación de músicos – realmente jóvenes - que interpreta thrash con los pies bien enterrados en lo más violento de Slayer, Possessed, Kreator, Dark Angel y Destruction. El epicentro de este terremoto lo encontramos en California (Irónico viniendo de un lugar que es abonado a los temblores sísmicos), que para este CD aporta a Merciless Death y a Warbringer, ambas agrupaciones oriundas de Los Angeles.

Merciless Death es la banda que más popularidad tiene dentro de esta nueva camada, y demuestran que saben hacer sangrar oídos con su thrash a la Dark Angel/Possessed abriendo la placa con dos temas demoledores: “Merciless Death” y “Tombs Of The Dead”, los cuales no fueron incluidos en su celebrado debut “Evil In The Night” (Ya comentado en el blog).

Warbringer suena un poco menos potente y más cruda lo cual no significa que con la furia y visceralidad que despachan sus composiciones estampen literalmente al oyente contra la pared gracias a “Hell On Earth” y “Born Of The Ruins”, ambas bien “old school” y con claras influencias del primer Slayer.

¿Más pollos thrashers asesinos de las inferiores?. Desde Las Vegas arremete Avenger Of Blood con más thrash que acusa altas influencias de Possessed/Destruction en “Enemy Attack” y “Affliction”,

Suecia dice presente de la mano de Enforcer, que aporta “Evil Attacker” y Mistress Of Hell”). Su vendaval sónico recuerda a los primeros discos de Exciter, más el añadido de un cantante sumamente correcto y agudo que no “pudre” la voz (Cosa que si ocurre con los 5 restantes afortunadamente para el estilo).

Junto a Merciless Death, la mejor banda de este compilado es Toxic Holocaust (Massachusets, en realidad un proyecto unipersonal de Joel Grind) con su thrash violentísimo en la vena del primer Kreator (La voz es un copy+paste de Mille Petrozza). “Created To Kill” y “War Is Hell” provocan un estado de violencia y agresión que las restantes bandas no logran.

Me pone muy contento haber comprado este compilado y enterarme que pese a la crísis en la que está inmersa la industria discográfica, pequeños sellos con capitales modestos arriesgan los mismos en pos de un público leal que apoya a estas bandas, ofreciendo los mismos a precios coherentes (Ocho dólares más gastos de envío).

Apenas me enteré y vi la grilla, sabía que “Speed Kills... Again” iba a demostrar que el THRASH METAL en serio está vivito y coleando.

Mientras muchas bandas de thrash “evolucionaron” (Metallica, Megadeth, Sepultura, etc...), otras lo mantienen en su estado más genuino.

¿Pro Tools?. Nada. Acá hay fuego en cada riff, acoples que dan sensación de realismo y por sobre todas las cosas, lo que yo considero que hace que el thrash tenga una identidad definida: crudeza.

Calificación: 8/10

ONSLAUGHT "Power From Hell" (1985, Thrash Metal)


Pese a que el thrash de los ochentas tenía su epicentro en Estados Unidos sus cimbronazos se empezaron a sentir en Europa, principalmente en Alemania de la mano de Kreator, Destruction y Sodom, y en menor medida, en Inglaterra. Onslaught fue la primera banda de thrash de su país en sacar un disco.

“Power From Hell” es un volcán tronando al oído del que pone el CD. El cuarteto (En esa epoca, luego serían quinteto) suena en un estado primitivo total y lanza una bomba tras otra creando un clima sumamente brutal y violento. Entre las descargas incesantes se destaca el tema título, el instrumental “Skullcrusher 1”, y el premonitorio “Death Metal” (En donde no canta Paul Mahoney sino el guitarrista Nige Rockett, aunque en el disco se reparten los temas para las voces).

El resto del disco será disfrutado por los fans que quieren thrash acelerado y crudo, con violas muy graves y batería cascada. Siguen esa premisa temas como “Angels Of Death” y “Witchhunt”, agresivos, impiadosos y letalmente ejecutados.

En “Lord Of Evil” desacaleran un poco logrando un tema muy en la vena de Venom o Celtic Frost. Y en “The Devils Legion” se animan a meter acústicas que desembocan en un tema que tiene alguna influencia del hardcore, como la tiene “Steel Meets Steel” pero con el heavy metal más tradicional. Cierran la placa con una “Carmina Burana” titulada “Mighty Express”.

El mérito de “Power From Hell” es ese sonido sacado, juvenil y con producción mínima presente en todos los temas. Ciertas bandas extremas reconocen influencias en este álbum debut y la banda se establecería dentro del mundo thrash gracias a este trabajo.

Para no desentonar, las letras son muy negativas y satánicas. Pero lo que cuenta es el primitivismo y energía que transmite este disco. Mejor título no le pudieron haber puesto. Lo mismo para el arte de tapa.

Años después surgirian Xentrix, Acid Reign, Re Animator, Sabbat, pero ninguna igualaría la intensidad de esta “embestida”.

Calificación: 8/10

jueves, 16 de agosto de 2007

DEICIDE "Once Upon The Cross" (1995, Death Metal)


El primer CD del cuarteto de Florida que compro en el momento de su edición, en una conocida Galeria de Barrio Norte que tiene de primer nombre al agente secreto más famoso de Inglaterra. La tapa y el contenido de las letras eran extremadamente anticristianos, lo cual les trajo (para variar) más problemas con la censura y algunos shows cancelados en Europa. No por algo en la contratapa del CD no figuran los titulos, y si están incluídos dentro del booklet

Pese a esos obstáculos la música seguía muy intensa, rápida, tormentosa y hasta intrincada. Sin llegar a ser tan técnicos como en el disco anterior (“Legion”, del cual ya hablé), en este CD siguen partiendo cráneos con un death muy basado en las rítmicas (Con muchos cortes, machaques asesinos, y secciones muy veloces) amalgamando elementos presentes en sus dos primeros discos aunque inclinándose más hacia su segundo trabajo, como en “Trick Or Betrayed”, “Behind The Light Thou Shall Rise” y “To Be Dead” sin olvidarse del estilo más emparentado con su debut, caso del tema que da título al disco.

En otros temas se percibe cierto gancho sin sacrificar el sonido característico de las guitarras de los hermanos Eric y Brian Hoffmann, caso de “When Satan Rules His World” y “They Are The Children Of The Underworld”, y salen a matar o morir en “Kill The Christian” y “Christ Denied”. Como de costumbre Steve Asheim es la columna vertebral de la maquinaria Deicide con un despliegue de golpes increíble, y en este caso compositor de todos los temas de “Once Upon The Cross” (Ya que ninguno de los otros tres integrantes estaba con animos de componer el asumió el rol).

Nueve temas muy contundentes llenos de velocidad, satanismo y odio. Otro muy buen trabajo de la banda de Steve Asheim, quien se consolidaba como el verdadero cerebro tras la música de Deicide.

Como siempre, la producción de prócer Scott Burns resalta y hace que todo lo que interpreta el grupo suene aún mejor de lo que ya suena.

Calificación: 8/10

lunes, 13 de agosto de 2007

BLOOD FEAST "Kill For Pleasure" (1987, Thrash Metal)


La primera vez que leí algo sobre la banda fue en una revista “Metal” de los ochentas en donde adelantaban sobre lo furioso y feroz que era el sonido de esta agrupación. Allá por 1995 lo encontré de milagro en la vieja disquería Rainbow y lo compré... a sólo cinco dólares. Eran épocas en donde ciertos ítems de bandas de sellos independientes - este era un caso - se conseguían a precios irrisorios (Repito: cinco dólares) si revolvías bien las bateas.

Y así pasó a ser uno de los items más jodidos de mi colección puesto que el que compré no se trataba de un “remaster” ni un relanzamiento (como algunos de los CDs de thrash que poseo de esa época) sino que pertenecía a la primera tirada que se hizo de este álbum en CD luego de que fuera lanzado solamente en vinilo y cassette.

Volví corriendo a casa junto a un amigo que me había acompañado y lo puse en mi equipo. Apenas explotó “Menacing Thunder” ocurrió lo inevitable: subí el volumen al máximo mientras los vidrios de la ventana de mi cuarto temblaban (JURO que no miento).

“Kill For Pleasure” es thrash muy enojado, veloz, áspero e irritante. Cinco atorrantes que vomitaron diez temas en unas pocas tomas dentro de un roñoso estudio en menos de una semana.

Se suceden temas demoledores y despiadados como el que dá título al álbum con el vocalista hiper agresivo agonizando tras cada grito que pega. El resto mantiene constante la tensión y violencia, por momentos con menos énfasis hacia lo veloz pero sin sacar del todo el pie del acelerador (“Suicidal Mission”, “The Evil”, “Bloodlust”, en otros con guitarras aplastantes y vocalizaciones desgarradas (El tema que dá título al disco), o con pasajes que amenazan con hacer sangrar los tímpanos combinando todo lo anterior con aún más aceleración (“Vampire”, “Venomous Death”).

Y cierran la placa con el tema más devastador del lote (“R.I.P.”, escuchar de 0:58 a 1:11 para salir de dudas).

“Kill For Pleasure” da en el blanco impactando como bomba atómica causando la sensación de que la cabeza te va a explotar en tres mil ochocientos pedazos. La producción es totalmente mínima y acentúa todas estas características en la placa, dando por resultado un thrash metal muy irritante, corrosivo y crudo.

Mientras algunas bandas del estilo se volcaban hacia algo más elaborado, machacoso o intrincado, otras se encolumnaban tras la crudeza y velocidad en las interpretaciones, sin mayores aditivos. Blood Feast se situó en este último lote sin obtener gran reconocimiento pasando a ser una banda “de culto” entre los thrashers más entendidos.

Si te gustan Dark Angel, Possessed cruzados con el Exodus de “Bonded By Blood”, no te podés perder esta “matanza por placer”.

Calificación: 8/10

lunes, 16 de julio de 2007

IMMOLATION "Hope And Horror" (EP, 2007, Death Metal)


Ya he escrito demasiado en Reviews Extrema sobre el cuarteto de Yonkers, creo que todos los discos están revisados. Previo al lanzamiento de su tan esperado “Shadows In The Light” durante este 2007, el grupo decide lanzar un EP por primera vez en toda su carrera, incluyendo un DVD en vivo para captar más compradores y ofrecer un producto distinto.

En ese sentido la edicion en Jewel Case de Listenable es una joya (Jewel en inglés). Vale la pena garpar lo caro que valen si se tienen los recursos para tener algo así en tu discoteca.

Musicalmente el EP arranca con 2 temas que te destrozan al mejor estilo Immolation: el demoledor, despiadado y oscuro “Den Of Thieves” (En donde la batería de Steve Shallaty si me convence cuando mantiene los tempos caóticos).

Le preceden el denso clima irrespirable logrado en “The Condemned” en donde las violas disonantes de Vigna/Taylor convergen en capas y texturas negras con las guturaciones de Ross Dolan.

Otra novedad es la inclusión de un instrumental titulado “The Struggle Of Hope And Horror” que es correcto y gracias, bajando la puntería en comparación a sus antecesores ya que la densidad y la claustrofobia bajan considerablemente en las ejecuciones, mismo el tema no termina de definirse en su desarrollo, y eso en esta banda es fundamental (Reyes de la repetición de riffs esquizoides para noquear al escucha).

El DVD está capturado de un show de la gira de “Harnessing Ruin” en el B. B. King Club de New York. El audio es irregular, las cámaras pocas, pero da la pauta de cómo se desenvuelve Immolation tocando en lugar de rock neoyorkino tradicional.

Todavía no me puedo sacar esas ráfagas de riffs de “Den Of Thieves”. Immolation nuevamente aplasta, y adelanta lo que se vendrá con el disco (Ya comentado)

Calificación: 8/10

jueves, 12 de julio de 2007

MERCILESS DEATH "Evil In The Night" (2007, Thrash Metal)

Esta agrupación californiana es una grata sorpresa dentro de los tiempos que corren. ¿Por qué?. Pocas bandas se animan a sacar algo tan “retro”, ochentoso, sucio y podrido reviviendo con total violencia los mejores momentos de Possessed (A la cabeza), Kreator (De los dos primeros álbumes), Sodom, Destruction, Slayer y Dark Angel (Por algo el nombre de la banda es un tema clásico de este grupo). Ya los títulos y las letras son una oda a la destrucción, la música: cruda, sumamente agresiva, palera, rugida, los oídos no paran de sangrar y zumbar. No hay un puto efecto, el sonido es bueno pero tremendamente auténtico, volcánico y regurgitado. Increíblemente no suenan a bola de ruido pero hacen sangrar los oídos clamando por más. Mientras otros grupos optan por “reinventarse”, Merciless Death simplifica "reinterpretando" lo viejo con una pasión total. Un disco muy genuino, en el booklet los músicos se cagan en todo lo nuevo (Desde el emo hasta el metalcore y el ñu metal) para dejar en claro adonde apuntan.

Escuchar “Command Death”, uno de los momentos más contundentes de la placa. Violencia, riffs secos, voz aspera, batería aplastante. El resto de los temas son lisa y llanamente old school thrash metal en tu culo. Despiadado, escupido, lanzado derecho al SNC. Hacía rato que un disco de este género no me impactaba de tal forma, cada track es una masacre seguida de otra (Al escuchar “Burn In Hell” consiganse a para que los despegue de la pared).

No hace falta mucho más para describirlos (Las bandas arriba mencionadas hablan por sí solas), los tipos le huyen a todo lo que implique un sonido más elaborado poniendo énfasis total en la descarga de riffs muy ochentosos y velocidad abundante.

Quién andaba buscando una banda "joven y nueva” que interpretara old school thrash ni espere un segundo más. La tapa del disco fue diseñada por Ed Repka, quién fue responsable de muchas portadas gloriosas en los ochentas (Forbidden, Toxik entre otros).

Una grata sorpresa en este 2007, junto al EP de Hirax. Si bien la banda lleva ya algunos años recién ahora han lanzado un CD. Ojalá detrás de estos chicos vengan más bandas así (Y eso parece al menos en Los Angeles). La vieja escuela está sacando nuevos alumnos que interpretan bien las lecciones de los maestros.

Calificación: 8/10

domingo, 1 de julio de 2007

VENOM “Welcome To Hell” (1981, Heavy Metal)


Me parecía imprescindible dejar de comentar este disco por todo lo que generó.

Un trío de atorrantes con imaginería satánica, influídos por Motörhead, Kiss, y el punk. Tres tipos que se pusieron seudónimos para denominarse (Hoy todo el mundo lo hace en el black metal).

Si bien mi inicio a esta banda fue “Black Metal” al poco tiempo compré en CD este disco debut.

Por mi edad y falta de ediciones nacionales no accedí a Venom en los ochentas, pero si en los noventas.

Era muy común verlos en la revista “Metal” en la que incluso fueron tapa.

Venom definió muchos estilos de metal violento sin quererlo, desde el thrash (En cierta proporción, el resto vino del punk y la NWOBHM de la que ellos mismos formaron parte), death metal, hasta el black (Que hayan sacado un disco con el nombre del estilo fue una coincidencia pero le terminó dando el rótulo a ese estilo).

Yendo a este debut, todos los temas son una bomba atómica cruda. Instrumentalmente rudimentarios pero con mística, cuadrados pero muy oscuros, Venom debió haber sido un revuelo en aquellos años. La violencia sónica de “Sons Of Satan”, “Schizoid”, el gancho desconcertante de “Poison” (Mi favorito), el mid-tempo de “In League With Satan”, Cronos rugiendo las letras y aporreando el bajo, Abbadon destrozando parches en “Witching Hour” y “Live Like An Angel”, Mantas tirando un riff más infernal y vomitado que otro.

La sensación es la de un avión tirando la bomba de Napalm que te explota en los parlantes e incendia la habitación, los tres músicos combinados atronan todos los sentidos sin misericordia.

Disco crudísimo, aspero, violento, que marcó a todo un estilo de hacer música extrema.

Preguntarle a todas las bandas de thrash y black que grupo escuchaban de adolescentes.

Un descenso a los infiernos, con una bienvenida más que histórica.

Calificación: 8/10

FORBIDDEN "Twisted Into Form" (1990, Thrash Metal)


Este álbum se lo mangueé de cassette importado a un amigo mío pero por cosas de la vida no me lo terminé comprando, hecho del cual me arrepiento hasta estos días, todavía estoy buscando alguna re-edición de las que sacó Relativity a fines de los noventas. Luego de estremecer al mundo thrasher con su disco debut “Forbidden Evil”, la banda giró por Estados Unidos y Europa, entretanto se editó un EP (“Raw Evil Live”) con cuatro temas del grupo en vivo en el Dynamo de Eindhoven. Y llegó la hora del segundo disco, que es definitivamente MUY bueno. Recuerdo algunas críticas de la época en donde si bien no lo “mataban”, decían que era muy similar a Testament y con menos vértigo/velocidad que el primero.

Alto acá. “Twisted Into Form” está lleno de thrash, machaques, pasajes acústicos de viola, y la voz espectacular de Russ Anderson que potencia a la enésima todo con sus agudos vibrantes, en todos los temas hay un sentimiento “retorcido”, oscuro y trabado que no se advertía en “Forbidden Evil” y llama la atención rápidamente al escucharlo por primera vez. El tema que más ejemplifica esto es “Tossed Away” en donde cortes, riffs y voces crean una atmósfera que se asimila sólo con varias oídas. Otro caso parecido es “Out Of Body (Out Of Mind)”. El instrumental “Spiral Depression”, ya con su título anticipa como suena: opresivo, angustiante y claustrofóbico.

El resto de los temas se suceden sin altibajos. “Infinite” es machacoso al cien por cien y te explota luego de una introducción instrumental (“Parting Of The Ways”) . “Step By Step” es una invitación al pogo de inicio a fin, el tema título con sus riffs trabados y estrangulados te serrucha los tímpanos, y la potencia hecha emoción se hace presente al cierre del disco en “One Foot In Hell”.

En “Twisted Into Form” no está más Glen Alvelais, sino Tim Calvert. Forbidden siempre fue una banda en donde otras se fijaron para sacarles los músicos. Preguntenle a Slayer (Bostaph), Testament (Alvelais), Exodus (Bostaph luego de Slayer) y a Nevermore (Calvert). Coincido con los que decían que hay algo de Testament (Epoca “Souls Of Black”), pero no es un afano a Chuck Billy y Cía. Yo le encontré cosas del Exodus de “Pleasures Of The Flesh” y “Fabulous Disaster”. La banda sigue siendo muy identificable pero concentrándose en hacer algo más introspectivo y dificil de digerir.

En Excalibur el disquero lo resumió muy bien en ese momento un día que lo puso en la bandeja: “Es un disco que hay que escuchar varias veces para darse cuenta que es muy bueno”.

Y lo es.

Calificación: 8/10

AT WAR “Ordered To Kill” (1986, Thrash Metal)


Estos tipos mejor nombre para una banda no se pudieron haber elegido. “En guerra”. En este disco sobra polenta, climas aguerridos, riffs enojados, todo muy en la vena de Motörhead con cruzas de Venom. Incluso hay un muy logrado cover de “The Hammer” como para no dejar dudas de sus influencias.

La producción es muy primitiva. La grabación se hizo en pocos días y literalmente “en vivo”. Hay temas que en cuanto se terminan puede escucharse el sonido del batero apoyando los palillos en el redo, lo cual le confiere a la placa una espontaneidad que hoy en día casi ni se percibe en grabaciones actuales en donde todo está retocado y robotizado con efectos. Mismo la versión en CD que tengo de New Renaissance está levantada directamente del vinilo y se puede percibir una leve fritura de fondo.

Así se suceden una bomba tras otra: el tema título, “Capitulation”, “Rapechase”, “Eat Lead” todas bien pesadas, intensas y con mucho olor a la banda de Lemmy y la de Cronos en menor medida. Paul Arnold y cía suenan como una aplanadora que se lleva todo a su paso, bien ochentoso, pero con un sonido 100% honesto.

Un disco que siempre me partió la cabeza por ser tan intenso y sin rebusques innecesarios. Metal lascerante y bombástico. No hay mucho más por desmenuzar, la tapa siempre me cayó muy simpática aunque muchos acusaron a la banda de ser “Unos Rambos de Cuarta”.

Pero en “Ordered To Kill” lo que te asesina es la música.

Calificación: 8/10

miércoles, 13 de junio de 2007

IMMOLATION "Shadows In The Light" (2007, Death Metal)


La banda de Yonkers (Nueva York) nos entrega su séptimo álbum en estudio. Había cierta expectativa ya que su antecesor “Harnessing Ruin” no había conformado a muchos fans pese a ser un muy buen disco pero con un nuevo baterista reemplazante del talentoso Alex Hernández (Steve Shallaty).

Luego de muchas oídas estoy en condiciones de decir que este es el mejor CD de ellos desde que lanzaron “Close To A World Below” (Su punto más alto e insuperable a mi criterio, junto a “Failures For Gods”). ¿Qué cosas hay en este nuevo laburo?. El death metal de siempre está presente: muy oscuro, malvado, intrincado y brutal,con el añadido de algunos temas con riffs de cierto “gancho” (Caso de “Passion Kill” con riff digno de Black Sabbath y “The Weight Of Devotion”).

En “Shadows In The Light” hay algo inusual: los discos de esta banda eran difíciles de agarrar de entrada por sus riffs disonantes y rítmos trabados entre otras cosas, aquí no sucede eso y los temas siguen siendo intrincados y brutalmente pesados. “World Agony” ( en donde se habla de cómo los humanos estamos haciendo pomada el planeta tierra sin poder revertir todas las cagadas ya hechas en la historia) te queda grabado de entrada y te aplasta a la vez. Esto representa una “innovación” en Immolation ya que es un grupo que tiene un estilo musical muy bien definido: sonido bien grave, velocidad desenfrenada mechada de pasajes más lentos con aires “doomescos”, climas caóticos/negros, y repetición sistémica de riffs graves “en capas” para provocar un clima de claustrofobia/angustia. Y siempre se movieron dentro de ese rango.

Desde ya esta Bob Vigna que escupe un riffs disonantes y solos filosos (Más elaborados con algo menos de caos), en “Tarnished” toda la banda te tira el acoplado encima. Ni hablar de secciones demoledoras que se traban de improviso para luego estrolarte contra la pared, presentes estratégicamente en ciertas partes del CD (Como en el tema título). En eso siguen asesinando y superando a muchos colegas en el género.

La segunda parte del CD posee las partes más veloces y asesinas (Descontrol absoluto en “Lying With Demons”, el excelente “Deliverer of Evil” y “Breathing The Dark”). El resto de los temas se mantiene dentro de lo que siempre fue Immolation, salvo “Whispering Death” que cierra el disco con las violas bien épicas y a tope junto la base... tema controversial y espinoso aquí. Ya había hecho mención del nuevo batero (Que fue debidamente defenestrado en el foro oficial de la banda y hasta tuvo que salir a defenderse en el mismo ante tantas críticas). Acá se lo ve más suelto comparado a su debut, reconozco que debe ser muy jodido reemplazar a un tipo con la pegada, velocidad y despliegue de Alex Hernández pero el principal déficit de “Shadows In The Light” sigue siendo cierta falta de polenta en la batería, y esto se advierte justamente desde “Harnessing Ruin”, el disco anterior. No es la bata de antes y se nota demasiado.

Hay un uso del “double bass” (Que no suena “gordo” sino acelerado y falto de cuerpo) más de lo necesario, y en la mezcla final los toms, platillos y demás elementos aparecen un tanto por debajo del doble bombo, si bien Steve no es un mal batero está bastante eclipsado por quién se sentó antes en la banqueta. Se empecina por repiquetear con el double bass en vez de explorar más golpes de otro tipo. Todo esto se puede advertir muy facilmente en los DVDs “Bringing Down The World” (En este toca en ciertos shows norteamericanos reemplazando a Hernández, pero en los shows Europeos es Alex quién todavía toca) y el bonus DVD de “Hope And Horror” (Show en Nueva York presentando “Harnessing Ruin”).

Paul Orofino hizo un correcto trabajo y nada más en la producción (La batería está levemente en déficit pero el resto suena espectacular), y se advierte una directiva de sonar “más directos y crudos” por parte de la banda, cosa que no ocurría en discos como “Close To A World Below” de producción nítida pero maciza.

Pero Immolation jamás defrauda. “Shadows In The Light” es un garrote directo al cráneo con más dósis de gancho y riffs un tanto más “entradores” sin dejar esa veta oscura/doom que tanto los caracteriza en sus violas. Siguen manteniéndose en buena forma y este CD se sube al tercer puesto del podio tras “Failures For Gods” y el inigualable “Close To A World Below”. La edición de Listenable en Jewel Case es espectacular, con la tapa en relieve y un diseño muy sobrio.

Calificación: 8,5/10

martes, 22 de mayo de 2007

DEICIDE "Deicide" (1990, Death Metal)


Luego de haber sido aplastado por “Legion” (Su segundo álbum), corrí a comprarme este debut que me había salteado. Creo que por una disquería de la calle Lavalle allá por 1994, unos meses antes que la banda tocara (Y destrozara durante una hora) en Obras Sanitarias junto a Cannibal Corpse, Escabios y Ratos de Porao.

Deicide siempre fue considerada una banda blasfema e irreverente, cuestión recalcada por su bajista/vocalista Glen Benton en toda declaración que hacía. Sacrificios con animales domésticos en vivo, grupos religiosos tras la banda, el mismo Benton que prometía su suicidio al cumplir 33 años... pero tras estas posturas había una interesante banda de death metal, en especial por su solidez rítmica.

“Deicide” es un álbum debut muy brutal y potente apuntalado en sus 10 temas por un baterista descomunal que hace la diferencia: Steve Asheim (El cerebro del grupo, Benton es “la cara”). A partir de sus incansables golpes se erigen todos los temas complementados por los oscurísimos riffs de los violeros/hermanos Eric y Brian Hoffmann.

Benton vocifera una blasfemia tras otra usando muchos efectos vocales que hacen que su voz fluctúe entre el growl y el chillido. Todos los tracks tienen contundencia y velocidad de sobra, se destacan “Sacrificial Suicide” (El mejor a mi entender), los blast beats lascerantes en “Dead By Dawn”, el vértigo de “Blasphereion” y “Mephistopheles”.

No hay muchas variantes musicales porque este disco no las precisa ni importa, ya que el objetivo es alcanzado con creces: bases velocísimas y aplastantes, guitarras llenas de oscuridad, voces demoníacas. Todo en casi 35 minutos.

Debido a su posturas antireligiosas, se las vieron muy jodidas de entrada. Ciertas revistas de renombre se negaban a incluir comentarios o notas de ellos (Metal Maniacs entre ellas), y durante una gira por Inglaterra sufrieron agresiones (verbales y físicas) y robos por parte de fanáticos religiosos.

Este debut los puso definitivamente en el mapa del death metal, tras esos primeros pasos bajo el nombre de “Amon”.

Scott Burns fue el productor de este disco y responsable de un sonido defiitivamente potente, claro y asesino.

Calificación: 8/10

jueves, 5 de abril de 2007

DIM MAK "Knives Of Ice" (2006, Death Metal)


Tomé conocimiento de la existencia de esta banda gracias a Henry Veggian (Revenant), con quién mantengo contacto por mail. Me comentó que contribuyó con voces en tres tracks de este CD, lo cual me movió a comprarmelo vía Willowtip Records (Un sello independiente norteamericano que está haciendo las cosas muy bien). “Knives Of Ice” es el segundo lanzamiento de esta banda que tiene ex integrantes de Ripping Corpse (Banda de culto en los ochenta de la cual salió el actual guitarrista/productor Erik Rutan), y Angel Corpse. Lo que aquí se aprecia recuerda a bandas como Hate Eternal (Especialmente en temas como “Notorious Vectors Of Disease” aunque sin tanta velocidad, y en “Weakener”), otros momentos remiten a ciertos riffs de los ultimos lanzamientos de Morbid Angel (“Devil Finding Mirror”) y hasta un poco de Deicide en “Windowpane” y “Monolith” (Uno de los más logrados temas de la placa), sin llegar a plagiar a todas las bandas mencionadas anteriormente. El punto más destacable de la banda es la descollante performance de su baterista, John Longstreth. Le saca TODO tipo de sonidos a su instrumento, si bien puede haber alguna “triggeada” de más en algún track el resultado final es colosal: Los tempos van desde aquellos acelerados hasta otros con aplastantes secciones de doble bombo. Las voces incluyen diversos matices que van desde guturaciones hasta quiebres lo cual se aprecia en “Knives Of Ice”, “Great Worm Of Hell” e “Incident At The Temple Of Lang”, temas en los que participa el ya mencionado Veggian colaborando con voces. Todos los temas están enraizados dentro del death metal más tradicional pero con la peculiaridad de poseer los mismos una percusión más depurada y arriesgada, mismo los riffs son graves y disonantes. Dim Mak amenaza con seguir explorando más recursos dentro de un estilo que tiene sus límites bien establecidos, interpretandolo con un enfoque más que interesante para los tiempos que corren.

Calificación: 8/10

KREATOR "Terrible Certainty" (1987, Thrash Metal)


La primera vez que escuché este álbum fue en cassette grabado, como siempre gracias a la disquería “Excalibur” que tanto material me proveyó. Años después lo compré en CD. Ya venía de tener la copia de “Extreme Aggression”, y “Coma Of Souls” y decidí ir para abajo en la discografía.. Recuerdo que la banda estaba próxima a tocar por acá (1992-3) y me copié todos los demás discos viejos hasta completar la discografía. En este disco Kreator traza una suerte de puente entre su primer estilo sucio y quilombero (El de “Endless Pain” y “Pleasure To Kill”) y lo lanzado con “Extreme Aggression” en donde empezaron a meter arreglos y elaboración en su música sin sacrificar la ferocidad que caracteriza a estos Alemanes.

Igual prevalece el sonido sucio, solos bien disonantes y chillones, berreos de Mille Petrozza. Mucha velocidad y machaque, el clima es áspero e irritante. Lo que más me gusta de este “Terrible Certainty”: violencia sin parar pero con más cauce en relación a los primeros discos (Cuando todo era primitivismo y velocidad pura). Hay un tema que se destaca mucho por sobre todos los demás: “Toxic Trace” (Del cual se filmó un video), el cual sería el antecedente del estilo que luego desarrollarían en el siguiente álbum.

El resto de los tracks es parejo y rompe mandíbulas como el tema título, “No Escape”, “Storming With Menace” o el filo de “Behind The Mirror” y “One Of Us”. Los solos de viola repito, son muy chillones y mal tocados a propósito, algo que nunca me gustó en los primeros discos de Kreator y acá se ve empeorado.

La producción pudo haber sido mejor pero no empaña al disco sino que lo dota de mayor “suciedad” (La banda años después putearía por la misma). Con este disco seguirían ganando popularidad, y en aquellas épocas Kreator era considerada una de las bandas más importantes del género, y tenían mucha difusión en revistas de thrash de la época. “Terrible Certainty” no es de lo mejor de Kreator pero sí un disco interesante por las características ya expuestas. La luz la encontrarían en el siguiente álbum.

Calificación: 7.5/10