
Alto acá. “Twisted Into Form” está lleno de thrash, machaques, pasajes acústicos de viola, y la voz espectacular de Russ Anderson que potencia a la enésima todo con sus agudos vibrantes, en todos los temas hay un sentimiento “retorcido”, oscuro y trabado que no se advertía en “Forbidden Evil” y llama la atención rápidamente al escucharlo por primera vez. El tema que más ejemplifica esto es “Tossed Away” en donde cortes, riffs y voces crean una atmósfera que se asimila sólo con varias oídas. Otro caso parecido es “Out Of Body (Out Of Mind)”. El instrumental “Spiral Depression”, ya con su título anticipa como suena: opresivo, angustiante y claustrofóbico.
El resto de los temas se suceden sin altibajos. “Infinite” es machacoso al cien por cien y te explota luego de una introducción instrumental (“Parting Of The Ways”) . “Step By Step” es una invitación al pogo de inicio a fin, el tema título con sus riffs trabados y estrangulados te serrucha los tímpanos, y la potencia hecha emoción se hace presente al cierre del disco en “One Foot In Hell”.
En “Twisted Into Form” no está más Glen Alvelais, sino Tim Calvert. Forbidden siempre fue una banda en donde otras se fijaron para sacarles los músicos. Preguntenle a Slayer (Bostaph), Testament (Alvelais), Exodus (Bostaph luego de Slayer) y a Nevermore (Calvert).
En Excalibur el disquero lo resumió muy bien en ese momento un día que lo puso en la bandeja: “Es un disco que hay que escuchar varias veces para darse cuenta que es muy bueno”.
Y lo es.
Calificación: 8/10
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