
Luego de haber sido masacrado por “Reign In Blood” y mientras me encontraba cursando el primer año de la facultad (1990), un compañero que escuchaba metal me pasó un cassette con este disco. Siempre fue un álbum que me gustó y que imaginaba mucho más brutal antes de escucharlo.
En “Show No Mercy” está todo el génesis del sonido Slayer, que comprende desde el punk, Venom, Mercyful Fate y la NWOBHM (New Wave Of British Heavy Metal), estilo que se hace escuchar en tracks como “Tormentor”, “Crionics” (Escuchar de 01:52 a 03:26, parece sección del primer disco de Iron Maiden), y en el sólo de “The Antichrist”.
Hay mucha velocidad y los infaltables sólos disonantes marca registrada de la banda. La furia más primitiva queda reflejada en “Evil Has No Boundaries”, “Metal Storm/Face The Slayer”, “Black Magic”, temas en donde la banda suena veloz y volcánica. Hay riffs que son una piña al mentón como los de “Die By The Sword” o “Fight Till Death”. O el arranque a lo Motörhead para desatar un vendaval con el tema título. Tom Araya usa mucho el cambio de voz gritada a aguda en todos los temas, y Dave Lombardo ya prometía todo lo que iba a plasmar en los discos siguientes. Kerry King y Jeff Hannemann ya empiezan a atacar con sólos y riffs muy disonantes, con ese sonido tan distintivo de la banda pero en un estado embrionario.
Un disco lleno de clásicos que la banda hoy en día sigue tocando en vivo. Un comienzo de una banda que marcaría la historia del metal más extremo “sin piedad”.
Calificación: 8/10
En “Show No Mercy” está todo el génesis del sonido Slayer, que comprende desde el punk, Venom, Mercyful Fate y la NWOBHM (New Wave Of British Heavy Metal), estilo que se hace escuchar en tracks como “Tormentor”, “Crionics” (Escuchar de 01:52 a 03:26, parece sección del primer disco de Iron Maiden), y en el sólo de “The Antichrist”.
Hay mucha velocidad y los infaltables sólos disonantes marca registrada de la banda. La furia más primitiva queda reflejada en “Evil Has No Boundaries”, “Metal Storm/Face The Slayer”, “Black Magic”, temas en donde la banda suena veloz y volcánica. Hay riffs que son una piña al mentón como los de “Die By The Sword” o “Fight Till Death”. O el arranque a lo Motörhead para desatar un vendaval con el tema título. Tom Araya usa mucho el cambio de voz gritada a aguda en todos los temas, y Dave Lombardo ya prometía todo lo que iba a plasmar en los discos siguientes. Kerry King y Jeff Hannemann ya empiezan a atacar con sólos y riffs muy disonantes, con ese sonido tan distintivo de la banda pero en un estado embrionario.
Un disco lleno de clásicos que la banda hoy en día sigue tocando en vivo. Un comienzo de una banda que marcaría la historia del metal más extremo “sin piedad”.
Calificación: 8/10
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